Aznar y Chirac acuerdan desarrollar con Italia una estrategia mediterránea

Francia y España acordaron ayer asumir la iniciativa política en el Mediterráneo, tanto en el plano político como en el de seguridad y defensa. Jacques Chirac y José María Aznar anunciaron la creación de un mecanismo de consultas permanentes, al que invitaron a unirse a Italia, para analizar y desarrollar una estrategia mediterránea. Éste, fue uno de los resultados concretos de la X cumbre hispano-francesa, clausurada ayer en Marsella con una conferencia de prensa ofrecida por el presidente de la República Francesa, Jacques Chirac, y el jefe del Gobierno español, José María Aznar.

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Francia y España acordaron ayer asumir la iniciativa política en el Mediterráneo, tanto en el plano político como en el de seguridad y defensa. Jacques Chirac y José María Aznar anunciaron la creación de un mecanismo de consultas permanentes, al que invitaron a unirse a Italia, para analizar y desarrollar una estrategia mediterránea. Éste, fue uno de los resultados concretos de la X cumbre hispano-francesa, clausurada ayer en Marsella con una conferencia de prensa ofrecida por el presidente de la República Francesa, Jacques Chirac, y el jefe del Gobierno español, José María Aznar.

Ambos se esforzaron por ofrecer el mejor rostro de las relaciones hispano-francesas: acuerdo prácticamente total en temas comunitarios, de defensa -flanco sur de la OTAN- y bilaterales. Sólo el sol faltó a la cita que tanto París como Madrid habían preparado con detalle y a la que se desplazó el grueso de los dos Gobiernos: 20 ministros, 9 españoles y 11 franceses, para el primer encuentro del Gabinete conservador español con su homólogo francés.La sintonía política fue rotunda en todos los planos. En el comunitario, "Francia y España esperan llegar a la próxima cumbre de Dublín con posiciones comunes", según Chirac, y hay unanimidad respecto a la unión monetaria. Acerca de seguridad y defensa, según Aznar, "España apoya un reforzamiento de la identidad europea en la Alianza Atlántica" que Francia quiere ver reflejado en el hecho de que un europeo, léase francés, asuma el mando mediterráneo de la OTAN. Estados Unidos ostenta ese cargo por el peso disuasorio de su Sexta Flota y no parece dispuesto a ceder.

La estrategia común europea respecto al Mediterráneo se reflejó en la constitución de un órgano permanente de consultas a nivel de ministros de Asuntos Exteriores de Francia, España e Italia, dedicado a impulsar el diseño trazado en la Conferencia de Barcelona. En el tema de la OTAN y en relación con el mando de las Canarias, Aznar subrayó que su Gobierno no ha pensado que las islas puedan estar bajo otro mando que no sea el español.

No habrá adelantos en los plazos de construcción de la línea de alta velocidad entre Perpiñán y Barcelona nudo esencial del eje París-Madrid, por lo que la vía no estará lista antes del 2004.

Sobre el contencioso acerca de la línea de alta tensión transpirenaica Aragón-Cazaril, cancelada por Francia alegando motivos ecológicos, Chirac se comprometió a presentar una "alternativa satisfactoria" antes de fin de año.

Cumbre hispano-alemana

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La abundancia de ministros, abrazos y guiños cómplices. contrastó con la cumbre hispano-alemana prevista para octubre, pero que no llegó a celebrarse: donde París ha puesto su mejor voluntad de entendimiento y una franca hospitalidad, Bonn objetó problemas de agenda.El gesto del canciller, Helmut Kohl, al invitar personalmente a José María Aznar, a acompañarle en un recorrido turístico y entablar una larga conversación en la que, según el presidente español, funcionaron "la química y la fisica", demostró buena voluntad, pero no compensó la desconexión entre ambos Ejecutivos.

El esfuerzo de Aznar por ser buen alumno en las asignaturas europeas fue reconocido ayer por Jacques Chirac. La calidez del respaldo francés no se debe tan sólo a razones de comunicación personal, sino al interés de París por alcanzar la unión monetaria con un acompañamiento nutrido. De lo contrario, Francia se encontraría embarazosamente a solas frente a Alemania. En su carrera hacia el euro y la integración en el "núcleo dirigente" europeo, a España parece faltarle ahora lograr un mayor grado de cooperación cotidiana con el "gran hermano" alemán.

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