EL 'CASO GAL'

Corcuera y Vera recusan al juez Garzón y paralizan dos meses el 'caso Oñederra'

El ex ministro del Interior José Luis Corcuera y el ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera recusaron ayer al juez Baltasar Garzón, que les había llamado a declarar como imputados en uno de los sumarios que instruye por acciones de los GAL. En una maniobra calificada de hábil en medios jurídicos, los ex altos cargos consiguieron paralizar durante unos dos meses el caso Oñederra. A la salida de la Audiencia Nacional, Vera, que es la tercera vez que recusa a Garzón, pidió que se investigue el patrimonio del magistrado, y sugirió que el juez llegó a cobrar de los fondos reservados....

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El ex ministro del Interior José Luis Corcuera y el ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera recusaron ayer al juez Baltasar Garzón, que les había llamado a declarar como imputados en uno de los sumarios que instruye por acciones de los GAL. En una maniobra calificada de hábil en medios jurídicos, los ex altos cargos consiguieron paralizar durante unos dos meses el caso Oñederra. A la salida de la Audiencia Nacional, Vera, que es la tercera vez que recusa a Garzón, pidió que se investigue el patrimonio del magistrado, y sugirió que el juez llegó a cobrar de los fondos reservados.

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La operación de Corcuera y Vera salió redonda. El ex ministro había sido citado en primer lugar para declarar en relación con el secuestro del miembro de los GRAPO Jesús Cela Seoane, ocurrido en enero de 1990 en La Coruña. Este hecho, según figura en la declaración de Luis Roldán, que en ese momento era director general de la Guardia Civil, fue consecuencia de una operación ordenada por Vera con el conocimiento de Corcuera y realizada por efectivos de la Guardia Civil dirigidos por el teniente Pedro Gómez Nieto. El objetivo era sonsacarle toda la información que tuviese sobre el paradero de otros terroristas de la banda. El secuestro tuvo una duración de ocho o diez horas, hasta que los guardias se convencieron de que Cela no sabía nada, según la declaración de Roldán.Corcuera presentó ayer un escrito en el que, basándose en diversas informaciones periodísticas publicadas entre abril y agosto de 1993, pide a Garzón que le abstenga de conocer el proceso contra él por entender que existe entre ambos enemistad manifiesta y que el juez: tiene interés en la causa, por lo que carece de la imparcialidad objetiva y subjetiva que exige la Constitución como garantía del derecho a la tutela judicial efectiva.

En el mismo escrito, y para el caso de que Garzón decida no abstenerse, Corcuera anuncia la recusación del magistrado por los mismos motivos por los que le reclama su abstención. El ex ministro pide qué declaren 28 periodistas para acreditar el enfrentamiento entre ambos.

Garzón suspendió la declaración de Corcuera, pero antes de responder en un auto motivado al escrito del ex ministro, decidió proseguir con las otras declaraciones pendientes, la de Vera y la de Roldán, ya que la petición de abstención no paraliza la causa.

Nada más comparecer Vera ante el juez, le presentó otra recusación. El ex secretario de Estado ya recusó a Garzón en el caso GAL y en el caso García Goena. La primera fue rechazada por el juez Manuel García Castellón, mientras que el juez Javier Gómez de Liaño, que resolvió el segundo incidente, apreció mala fe en la actuación de Vera y le multó con 100.000 pesetas, el máximo previsto, en la ley.

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Ante la nueva recusación, exactamente por los mismos motivos que le fueron rechazados, Garzón se ha visto obligado a paralizar de inmediato el caso, y trasladar la causa a su sustituto, Javier Gómez de Liaño, para- que resuelva de nuevo, si, Garzón debe dejar el caso o no.

Argucia

La argucia consiste en que Gómez de Liaño, no podrá resolver las dos recusaciones al mismo tiempo. Primero tendrá que decidir sobré la de Vera -al que previsiblemente volverá a imponer una multa de 100.000 pesetas por mala fe-; después la causa pasará a Garzón para que informe si acepta o no la abstención solicitada,por Corcuera. En caso negativo, quedaría automáticamente planteada la recusación y el caso volvería a Gómez de Liaño, para decidir sobre el segundo incidente. En medios jurídicos se considera que el trámite de las recusaciones puede paralizar dos meses las investigaciones del caso Oñederra. En este sumario se investigan cuatro de los primeras asesinatos de los GAL, el secuestro de Cela Seoane y el envío de cartas-bomba a simpatizantes de ETA que causaron la muerte de un cartero.José Luis Corcuera, con su habitual ironía, manifestó: "Me ha citado el señor juez en un auto en el que señala que este trámite [citarle como imputado] no está previsto en la ley, pero para mejor defenderme. Y, aunque, realmente cause extrañeza citarle a alguien en algo que no está previsto en la ley, yo he seguido el consejo del señor juez y lo primero que he hecho ha sido poner de manifiesto algo que me parece obvio". Se refería a las tormentosas relaciones que ambos mantienen.

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