"Piedras por marcos"

"El Bundesbank es el portavoz de los intereses del alemán de a pie", explica Henrik Lumholdt, economista-jefe de Bank of America España. "Y para que la UEM sea aceptada por el pueblo alemán, España e Italia no pueden entrar en la primera fase". Algunos analistas atribuyen la mayor debilidad del marco alemán frente al dólar de estas últimas semanas a la perspectiva e que será canjeado por euros. "Los inversores tienen la impresión de que invierten ahora en marcos y les pagarán en piedras", afirma Félix González, de Beta Capital.Pero la decisión final sobre los participantes en la UEM, mal q...

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"El Bundesbank es el portavoz de los intereses del alemán de a pie", explica Henrik Lumholdt, economista-jefe de Bank of America España. "Y para que la UEM sea aceptada por el pueblo alemán, España e Italia no pueden entrar en la primera fase". Algunos analistas atribuyen la mayor debilidad del marco alemán frente al dólar de estas últimas semanas a la perspectiva e que será canjeado por euros. "Los inversores tienen la impresión de que invierten ahora en marcos y les pagarán en piedras", afirma Félix González, de Beta Capital.Pero la decisión final sobre los participantes en la UEM, mal que le pese al Bundesbank, depende de los jefes de Estado y primeros ministros de los Quince. Si el déficit público de España se acerca tanto como el de Francia al objetivo del 3% del PIB, será difícil, por el sistema de votación acordado -mayoría simple-, que entre esta última y España se quede fuera. "No habría autoridad moral para impedir la entrada de los países del Club Mediterráneo" señala Antonio Zamora (AFI), quien cree que en estas circunstancias, Alemania optará por retrasar la UEM.

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Ante la incertidumbre sobre el resultado de la votación, el Buba, apoyado por el Ministerio alemán de Finanzas, quiere conseguir un pacto de estabilidad lo más duro posible. Este acuerdo, que han de firmar los miembros participantes de la moneda única, pretende imponer una dura disciplina fiscal que asegure la estabilidad del euro. El Bundesbank ha criticado duramente la creatividad financiera que están usando algunos gobiernos para cuadrar su cuentas en 1997: con ingresos extraordinarios por privatizaciones, que sólo se producen ese año, o difiriendo pagos a ejercicios posteriores. El banco central alemán cree que no se están haciendo los ajustes estructurales necesarios para contener los déficit en los próximos años. No sólo es el Club Mediterráneo el que está bajo sospecha. Francia cuenta con un ingreso extraordinario de 37.500 millones de francos (casi 1 billón de pesetas) procedente de la privatización de France Telecom y Bélgica pretende vender parte de las reservas de oro del banco central para ingresar 7.000 millones de dólares (900.000 millones de pesetas).

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