Cascos afirma que desde ahora aclarará si habla en nombre del partido o del Gobierno

El vicepresidente del Gobierno Francisco Alvarez Cascos no hará ningún acto de contrición por haber dicho que el ex presidente Felipe González "orquestó" el terrorismo de los GAL desde la bodeguilla en La Moncloa pero sí reconoció que de la polémica suscitada por sus manifestaciones en acto del PP ha aprendido que a partir de ahora deberá ser "mucho más preciso" para evitar confusiones y colocará la oportuna "apostilla" para que los ciudadanos sepan cuándo "se habla desde el Gobierno y cuando desde el partido".

Álvarez Cascos aseguró que "todos los días" percibe que tiene la confian...

El vicepresidente del Gobierno Francisco Alvarez Cascos no hará ningún acto de contrición por haber dicho que el ex presidente Felipe González "orquestó" el terrorismo de los GAL desde la bodeguilla en La Moncloa pero sí reconoció que de la polémica suscitada por sus manifestaciones en acto del PP ha aprendido que a partir de ahora deberá ser "mucho más preciso" para evitar confusiones y colocará la oportuna "apostilla" para que los ciudadanos sepan cuándo "se habla desde el Gobierno y cuando desde el partido".

Álvarez Cascos aseguró que "todos los días" percibe que tiene la confianza del presidente del Gobierno, José María Aznar. El vicepresidente estima que su Gobierno tiene también la confianza de Convergència i UnióCiU, PNV y Coalición Canaria (CC) y en consecuencia podrá agotar la legislatura.

Sobre la reciente propuesta del presidente de la Generalitat catalana Jordi Pujol, dijo que ahora no es momento de otorgar a Cataluña un concierto fiscal como el del País Vasco y Navarra, pero que a partir del 2001 se podrá volver a hablar de ello.

Aunque el vicepresidente no expresó ningún arrepentimiento sobre lo que dijo el 29 de septiembre en Mérida Badajoz durante la clausura del congreso del PP extremeño, respecto a Felipe González y los GAL, sí dejó traslucir que el asunto ha provocado algunos problemas en el partido Y en el Gobierno, a juzgar por los circunloquios en los que ayer se sumergió para referirse a las supuestas diferencias. que a su juicio existen entre las declaraciones desde el Gobierno Y desde el partido. Hasta ahora, esta doctrina no solía escucharse en la política nacional, pero lo cierto es que Álvarez Cascos hizo sus declaraciones en un acto del partido.

En una reunión informativa con la Asociación de Periodistas Parlamentarias, Álvarez Cascos reconoció que, tras esta polémica, ha aprendido que hay que ser "mucho más preciso" y precisar desde qué instancia se habla, ya que puede generar, confusión en la opinión pública. Dicho eso no reconoció que en un primer momento el Gobierno no quiso saber nada de sus declaraciones y que en el partido se hacían un lío cuando se les preguntaba. Pasaron varios días hasta que todos los populares empezaron a decir que el vicepresidente reflejaba lo que piensa la mayoría de los españoles. Ayer mismo se expresó así la ministra de Agricultura Loyola de Palacio.

No comparte Álvarez Cascos algunas opiniones según las cuales Aznar no le apoyó expresamente, ya que al ser preguntado por el PSOE sobre si compartía la opinión de su vicepresidente, utilizó la fórmula de manual de que todos los miembros del Gobierno tienen la confianza del presidente. Para Álvarez Cascos fue suficiente.

El numero dos del Gobierno pintó un panorama sosegado de la situación política y dijo que lo será más en 1998 cuando los pensionistas cobren sin ningún problema, cuando el sistema de financiación autonómica dé sus frutos en todas las comunidades y cuando España haya sido capaz de entrar en los países de cabeza de la unión monetaria. A su juicio, entonces quedará como un asunto baladí si ha habido o no problemas en la política de comunicación y lo importante serán los resultados.

Este cuadro que culminará en el 1998 dio pie para preguntar si en esa fecha convocarán elecciones. "Los comporomisos políticos con CiU, Coalición Canaria y PNV son para toda la legislatura dijo. Álvarez Cascos no quiso ayer provocar, otra nueva polémica, por lo que no quiso entrar a saco contra la petición de Jordi Pujol de obtener para Cataluña el "concierto económico" similar al vasco que le permita asumir la recaudación fiscal.

Es más después de reconocer que el sistema que ahora entra en vigor se prolongará hasta 2001, para muchos informadores abrió la puerta a la petición de Pujol para cuando empiece el nuevo siglo. "No estoy en condiciones de jugar a profeta y aún falta mucho tiempo para decidir lo que vamos a hacer", afirmó. Ciertamente, antes había recordado que el modelo que plantea Pujol "no está previsto en el programa electoral del PP"

El vicepresidente del Gobierno no quiso referirse a las encuestas porque prefiere que más tiempo y se vayan fijando "las tendencias".