El espía Jambrina se acoge al reglamento para no revelar datos a Garzón

El comandante del Cesid Emilio Jambrina declaró ayer en calidad de imputado en el sumario Oñederra, que investiga diversas acciones de la guerra sucia, entre ellas cuatro asesinatos de los GAL. El espía se acogió en numerosas ocasiones al artículo 38 del reglamento de ese organismo, que establece el deber de reserva de los empleados del centro, para no revelar datos que conoce por su cargo al juez Baltasar Garzón.Jambrina negó cualquier vinculación con los GAL, así cómo haber tenido que ver con la fabricación de un sello de caucho para la organización o haber proporcionado arm...

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El comandante del Cesid Emilio Jambrina declaró ayer en calidad de imputado en el sumario Oñederra, que investiga diversas acciones de la guerra sucia, entre ellas cuatro asesinatos de los GAL. El espía se acogió en numerosas ocasiones al artículo 38 del reglamento de ese organismo, que establece el deber de reserva de los empleados del centro, para no revelar datos que conoce por su cargo al juez Baltasar Garzón.Jambrina negó cualquier vinculación con los GAL, así cómo haber tenido que ver con la fabricación de un sello de caucho para la organización o haber proporcionado armas al general Enrique Rodríguez Galindo cuando éste era jefe del cuartel de Intxaurrondo (San Sebastián) para ser presuntamente utilizadas en la comisión de atentados. También negó haber tenido relación con la supuesta experimentación de drogas en cobayas humanas, para lo que se habrían utilizado mendigos, así como el secuestro por unas horas del grapo Jesús Cela Seoane en 1990.

Ayer estaba prevista la celebración de un careo entre Jambrina y el que fuera su jefe en el Cesid, el coronel Juan Alberto Perote, que había revelado que Jambrina entregó una partida de armas a Galindo. La diligencia fue aplazada porque el abogado de Perote tenía que comparecer simultáneamente en otro juzgado.

El abogado de Jambrina, Luis Rodríguez Ramos, declaró a la salida del juzgado que su cliente es víctima' de una campaña y se encuentra en inferioridad de condiciones a la hora de desmentir imputaciones respecto de, otros -en clara referencia a Perote- que no respetan tanto el artículo 38 del reglamento, que impide hablar de las actividades y personas del propio centro.

El letrado indicó que muchas de esas imputaciones son falsas y agregó que su cliente nunca ha sabido, conocido o tenido la menor referencia del tema GAL en el Cesid, pero que no puede dar prueba de ello porque está obligado a no revelar -porque sería desvelar datos sobre operaciones del Cesid- dónde se encontraba y a qué se dedicaba en las fechas en que se le hacen las imputaciones.

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