Limitaciones de los cazadores

La pequeña muestra de planetas con que se cuenta hasta el momento tal vez diga más sobre los cazadores de planetas que sobre sus presas.Aunque cada vez son más sensibles, los métodos actuales sólo pueden detectar planetas mucho mayores que Júpiter y que giran en torno a su estrella en órbitas relativamente pequeflas. Los planetas más grandes tienen campos gravitatorios más intensos, que producen una distorsión mayor y, por tanto, más fácil de detectar. Por otra parte, los planetas más alejados de una estrella tardan más en completar su órbita. Para estar seguros de que existe un planeta hay qu...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La pequeña muestra de planetas con que se cuenta hasta el momento tal vez diga más sobre los cazadores de planetas que sobre sus presas.Aunque cada vez son más sensibles, los métodos actuales sólo pueden detectar planetas mucho mayores que Júpiter y que giran en torno a su estrella en órbitas relativamente pequeflas. Los planetas más grandes tienen campos gravitatorios más intensos, que producen una distorsión mayor y, por tanto, más fácil de detectar. Por otra parte, los planetas más alejados de una estrella tardan más en completar su órbita. Para estar seguros de que existe un planeta hay que estudiar las estrellas candidatas durante el tiempo suficiente para que el planeta complete una órbita.

Más información

La verdad es que hace demasiado poco que se están empleando estos métodos de detección como para haber podido encontrar los equivalentes de Júpiter en otros sistemas, esto es, planetas situados a más de 5 UA de su estrella. Para detectar objetos menores que Júpiter hacen falta equipos todavía más sensibles. Por eso, los siete sistemas encontrados hasta ahora parecen constituir casos extremos. Previsiblemente, contienen planetas más pequeños todavía no detectados que los harían menos extraños; por otra parte, ahí fuera podría haber millones de sistemas más similares al nuestro que todavía no han sido detectados. Irónicamente, los astrónomos que pudiera haber en cualquiera de los siete sistemas no podrían detectar nuestro sistema solar empleando los métodos usados hasta ahora por los científicos terrestres.

¿Cuáles son las perspectivas de futuro? Beckwith y Sargent pintan en Nature un panorama color de rosa basado en el estudio de estrellas muy jóvenes que todavía están formando sus sistemas planetarios. En la actualidad se conocen unos 100 de los llamados discos protoplanetarios.

El gran interrogante es si los discos protoplanetarios se condensan realmente para formar planetas. No se ha encontrado ningún caso claro que lo demuestre definitivamente: de hecho, el hacerlo supondría tremendos desafíos técnicos.

Los futuros avances en la detección de sistemas planetarios (no de discos protoplanetarios) no sólo dependen del refinamiento de los métodos actuales, sino del desarrollo de otros nuevos, como aprovechar el efecto de lente gravitacional

Archivado En