Netanyahu y Arafat siguen sin concretar su reunión

No fue ayer, quizá hoy o tal vez mañana. El esperado encuentro entre el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el jefe de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, sigue sin concretarse. El jefe del Likud no se decide a dar el paso y dejarse fotografiar con el "terrorista", como llamaba a Arafat hace unos meses, un gesto que tanto criticó en sus adversarios laboristas. Desacuerdos de última hora sobre un amago de declaración conjunta han retrasado la reunión que debería tener lugar hoy.Y es que, después de tantos esfuerzos, los dos hombres no pueden aparecer ante las cámaras...

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No fue ayer, quizá hoy o tal vez mañana. El esperado encuentro entre el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el jefe de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, sigue sin concretarse. El jefe del Likud no se decide a dar el paso y dejarse fotografiar con el "terrorista", como llamaba a Arafat hace unos meses, un gesto que tanto criticó en sus adversarios laboristas. Desacuerdos de última hora sobre un amago de declaración conjunta han retrasado la reunión que debería tener lugar hoy.Y es que, después de tantos esfuerzos, los dos hombres no pueden aparecer ante las cámaras sólo para darse un apretón de manos; deben decir algo. Las dos partes llevan negociándolo en secreto desde hace un mes, con la mediación de Terje Larsen, el representante de Naciones Unidas en Gaza y uno de los artífices de los acuerdos de Oslo en 1993. El principal punto de discordia sigue siendo - el repliegue israelí de la ciudad cisjordana de Hebrón, que debía haberse llevado a cabo en junio y que el Gobierno del Likud ha retrasado indefinidamente.

Netanyahu quiere modificar sustancialmente el plan de repliegue elaborado por sus predecesores laboristas a favor de los colonos judíos que viven en el centro de la ciudad. Los palestinos están dispuestos a transigir a cambio de garantías concretas sobre la seguridad de los habitantes. Arafat pide también mayor libertad personal en sus desplazamientos a Cisjordania, para no tener que pedir autorización a los israelíes cada vez que utiliza su helicóptero, y espera obtener el visto bueno para abrir lo que considera un elemento esencial de la soberanía palestina: el aeropuerto de Dahaniya, en Gaza.

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