El Gobierno belga niega presiones para apartar al fiscal del 'caso Dutroux'

El Gobierno belga se vio ayer obligado a dar la cara en relación con el secuestro y asesinato de niñas por el pederasta Marc Dutroux que mantiene conmocionada a la opinión pública del país desde hace dos semanas. El primer ministro, Jean Luc Dehane, exigió una investigación a fondo de los errores judiciales cometidos en el caso y el ministro de Justicia, Stefaan de Clerck, desmintió que hubiera presiones políticas o judiciales para apartar de la investigación al fiscal Michel Bourlet.

La detención el domingo de Georges Zicot, el inspector jefe e la Policía Judicial de Charleoi, la ciuda...

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El Gobierno belga se vio ayer obligado a dar la cara en relación con el secuestro y asesinato de niñas por el pederasta Marc Dutroux que mantiene conmocionada a la opinión pública del país desde hace dos semanas. El primer ministro, Jean Luc Dehane, exigió una investigación a fondo de los errores judiciales cometidos en el caso y el ministro de Justicia, Stefaan de Clerck, desmintió que hubiera presiones políticas o judiciales para apartar de la investigación al fiscal Michel Bourlet.

La detención el domingo de Georges Zicot, el inspector jefe e la Policía Judicial de Charleoi, la ciudad del sur de Bélgica teatro de los crímenes de Dutroux, por su presunta relación con el caso y los comentarios del propio fiscal Bourlet en televisión de que su investigación podría ser cortada en seco, han reforzado la sospecha de que Dutroux gozó de algún tipo de protección oficial para sus fines y obligado al ministro de Justicia a desmentir en rueda de prensa tales especulaciones. De Clerck afirmó: "La investigación continuará con todos los medios posibles y nada será archivado".El propio primer ministro, Jean Luc Dehane, muy criticado por no interrumpir sus vacaciones en Cerdeña cuando el país estaba viviendo un auténtico drama nacional, declaró ayer que apoya plenamente "la acción" y las iniciativas del ministro de Justicia para dilucidar los errores y eventuales negligencias [habidas en la investigación] y adoptar las sanciones que se impongan".

Pero la vertiente política del caso no deja de crecer y ayer la prensa belga subrayaba las posibles conexiones de este asunto con el asesinato del político socialista André Cools, en Lieja en 1991, que continúa sin esclareerse. Cools fue asesinado de dos disparos el 18 de julio de 1991 cuando se dirigía con su amante, la concejala Marj-Helene Joiret, hacia su coche. Su muerte fue relacionada entonces con el tráfico de armas a Irak y con la extrema derecha belga.

Nuevo crimen

Por otra parte, el diario La Dernière Heure apuntaba ayer posible relación entre Marc Dutroux y la muerte por sobredosis de medicamentos de la adolescente Laurence Matues, de 16 años, desaparecida 28 de agosto de 1992 y cuyo cadáver fue descubierto el 8 de septiembre de aquel año. La policía ha encontrado gran cantidad de medicamentos, principalmente somníferos, en los registros en las casas de Dutroux y las dos niñas que fueron halladas con vida encerradas en una de sus viviendas, Sabine Dardenne y Laetitia Delhez, han declarado que. eran drogadas con somníferos.Mientras tanto, la policía informó ayer de la detención de la décima persona relacionada con la red pederasta montada por Dutroux. Se trata de Pierre Rochow, hijo de un chatarrero de Courcelles, cerca de Charleroi. Pierre Rochow era uno de los tres jóvenes que se encontraban secuestrados en diciembre de 1995 en una casa de Bernard Weinstein, cómplice de Dutroux y luego asesinado por éste.

El comisario jefe de la Policía Judicial de Charleroi, Claude Lamaire, dijo ayer que asumirá la defensa del inspector Zicot, a quien cree víctima de "un ajuste de cuentas".

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