Relevo general al frente de las embajadas en Latinoamérica

De nada le sirvió a Nicolás Martínez-Fresno, embajador de España en Buenos Aires, aplaudir a Jaime Mayor Oreja en un mitin que el presidente del PP, José María Aznar, dio en septiembre pasado en la capital argentina ante simpatizantes de su partido. Martín Fresno, que fue largos años director de protocolo en Presidencia del Gobierno con Felipe González, será sustituido en breve por Carlos Carderera.Madrileño de 55 años, Carderera es embajador en Turquía desde hace casi tres años y previamente había sido director general del Servicio Exterior de España. El hombre que se hará cargo de una de las...

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De nada le sirvió a Nicolás Martínez-Fresno, embajador de España en Buenos Aires, aplaudir a Jaime Mayor Oreja en un mitin que el presidente del PP, José María Aznar, dio en septiembre pasado en la capital argentina ante simpatizantes de su partido. Martín Fresno, que fue largos años director de protocolo en Presidencia del Gobierno con Felipe González, será sustituido en breve por Carlos Carderera.Madrileño de 55 años, Carderera es embajador en Turquía desde hace casi tres años y previamente había sido director general del Servicio Exterior de España. El hombre que se hará cargo de una de las dos embajadas mas importantes en Latinoamérica no tiene afiliación política y goza de buenas relaciones con todos los bandos.

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Con este próximo nombramiento, el Gobierno popular continúa el relevo de embajadores en Latinoamérica, que empezó en México y abarcará también próximamente a Colombia, donde será destinado Yago Pico de Coaña, el director general que más contribuyó a diseñar la política española con ese continente durante la etapa socialista.

Ex altos cargos del PSOE

El último Consejo de Ministros colocó además al que fue el hombre de confianza de Javier Solana en Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Carriedo, madrileño de 51 años, al frente de la Embajada de España en Suráfrica, mientras que Juan Prat, barcelonés de 54 años, que durante largos años ejerció como brazo derecho en Bruselas del actual jefe de la diplomacia española, Abel Matutes, fue nombrado embajador en Roma.No le fue fácil a Matutes enviar allí a su ex colaborador, porque desde el PP se le recordó que Prat estuvo involucrado en 1974-75 en la Delegación Comercial de España en Moscú en operaciones en el mercado negro de cambio de divisas en rublos, que las revistas Tiempo y Cambio 16 han vuelto a desempolvar este verano. En noviembre de 1975, Prat fue levemente sancionado y destinado a Seúl como secretario de Embajada.

Carriedo fue uno de los dos últimos secretarios de Estado de Exteriores del periodo socialista. El otro, Emilio Fernández Castaño, santanderino de 46 años, que llevaba los asuntos de la Unión Europea, será también nombrado dentro de poco embajador en Australia.

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De la cúpula del ministerio en la etapa socialista quedan aún por colocar algunos altos cargos, como el portavoz, Jesús Atienza; el subsecretario, Jesús Ezquerra; el director de Asia y EE UU, Leopoldo Stampa; o el director de Relaciones Económicas Internacionales, Ricardo Zalacaín.

Los que probablemente tendrán un acomodo más difícil son los embajadores relevados desde mayo y considerados como vinculados al Gobierno de Felipe González. Es el caso de Máximo Cajal, que estaba en París; Mercedes Rico, en Roma; o Carlos Miranda, en la OTAN.

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