Otra multa a un banco japonés en EE UU reaviva la polémica sobre la supervisión de esas entidades

Una nueva multa de las autoridades bancarias estadounidenses a un banco japonés ha reavivado la polémica sobre los problemas de supervisión que aquejan a las instituciones financieras de Japón. Aunque el Banco de Japón niega haber cursado instrucciones para que las entidades tomen medidas al respecto en sus sucursales extranjeras, el Ministerio nipón de Finanzas sí ha sugerido mejoras que la mayoría parecen dispuestas a aplicar. De momento, en España, los bancos japoneses descartan que puedan incurrir en problemas como los acaecidos en EE UU. La sombra del escándalo Daiwa planea sobre l...

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Una nueva multa de las autoridades bancarias estadounidenses a un banco japonés ha reavivado la polémica sobre los problemas de supervisión que aquejan a las instituciones financieras de Japón. Aunque el Banco de Japón niega haber cursado instrucciones para que las entidades tomen medidas al respecto en sus sucursales extranjeras, el Ministerio nipón de Finanzas sí ha sugerido mejoras que la mayoría parecen dispuestas a aplicar. De momento, en España, los bancos japoneses descartan que puedan incurrir en problemas como los acaecidos en EE UU. La sombra del escándalo Daiwa planea sobre los bancos japoneses en el exterior. El pasado otoño, la Oficina de Bancos de Nueva York descubrió pérdidas de 1.100 millones de dólares (unos 140.000. millones de pesetas) en la sucursal del Banco Daiwa en esa ciudad por compraventa de bonos sin autorización. La sanción impuesta por ello el pasado febrero fue de 340 millones de dólares, la mayor de la historia, y el cierre de la sucursal. Ante ella, la multa de un millón de dólares fijada la semana pasada para la oficina neoyorquina del Long-Term Credit Bank of Japan parece poca cosa, pero refuerza la idea de que las irregularidades no son una anécdota."Nosotros no trabajamos ese tipo de bonos, tampoco creo que otros bancos japoneses en España lo hagan, con lo que no existe el peligro de que ocurra algo similar aquí", explica Mutsuo Nakano, director general adjunto del Banco Sumitomo en Madrid. Nakano añade además que el Banco de España obliga a todos los bancos radicados en este país a tener un auditor externo.En la misma línea se manifiesta el director general del Banco Fuji en España, Shigeo Suyimoto. "La principal razón de lo que pasó en Daiwa fue la falta de separación entre el front office y el back office", aclara Suyimoto. "Las reglas internas de nuestro banco siempre han mantenido la separación, con directores diferentes", agrega.La sucursal del Fuji en Nueva York ha sido una de las que han recibido recientemente la visita del Banco de Japón, en una inspección que la oficina de representación de dicha entidad en Londres califica de rutinaria. De acuerdo con Suyimoto, la supervisión no encontró ninguna irregularidad. El único consejo, según sus palabras, fue que el banco "mantenga y mejore aún más su buena calidad de gestión de riesgos".Y ésa es la clave, la gestión de riesgos, un punto débil de la banca japonesa, a decir de numerosos expertos. En su edición del pasado 7 de agosto, el prestigioso diario económico británico Financial Times informaba de que "la investigación llevada a cabo por el Banco de Japón entre el pasado diciembre y esta primavera había revelado [además de una serie de fallos de gestión tanto en la dirección de riesgos de mercado como en la dirección interna general] debilidades en el manejo de valores". Al parecer, los sistemas para prevenir el fraude en las transacciones electrónicas resultan inadecuados

Versiones contradictorias

El Financial Times asegura que el banco central japonés ha ordenado a varios de los principales bancos que mejoren la gestión de sus sucursales en el exterior. La oficina del Banco de Japón en Londres negó ese extremo a este diario a través de la Embajada nipona en Madrid, aunque no respondió a una solicitud directa de información. La misma respuesta facilitaron los responsables de varias entidades financieras japonesas en Madrid, que calificaron de "exageradas" las alegaciones del periódico británico."En Japón, el banco central no tiene el mismo cometido que en España o en otros países occidentales explica Shuji Nagase, director general en Madrid del Banco de Tokio-Mitsubishi. "Es el Ministerio de Hacienda el que hace algunas de esas funciones" añade, antes de admitir que de esa fuente sí que vienen recibiendo "orientación" desde el pasado diciembre sobre cómo mejorar los sistemas de control interno y de gestión de riesgos.Aunque ninguno reconoce deficiencias en la entidad que representa, todos los responsables consultados muestran su disposición a mejorar y subrayan las medidas ya adoptadas o en fase de adopción. "Nuestro banco siempre intenta mejorar la gestión", señala Matsayuki Otsuka, director general del Banco Industrial de Japón en Madrid. Y como prueba del buen nivel de su trabajo, Otsuka subraya que el pasado mes de julio pasaron una inspección del Banco de España sin mayor dificultad.

Aun así, los bancos japoneses en el exterior han tenido que pagar lo que ya se conoce como Japan premium, un surplus cada vez que necesitan tomar dinero en los mercados internacionales. Nadie se atreve a calcular cuánto dinero ha costado, pero todas las fuentes coinciden en que resulta gravoso. Otros problemas internos, como el peso de las pérdidas que arrastran por deudas impagadas desde que acabara la burbuja económica a finales de los ochenta, no ayudan a mejorar la imagen de la banca japonesa.

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