Duros ataques del Gobierno alemán a la Iglesia de la Cienciología

El Gobierno alemán y la Iglesia de la Cienciología se han enzarzado el fin de semana en un duro cruce de ataques y descalificaciones, en lo que supone un recrudecimiento de la campaña emprendida el pasado invierno por la Administración germana contra lo que considera una peligrosa secta cada vez más poderosa en su país. El Ministro de Trabajo, Norbert Bluem, hizo un llamamiento a través del semanario Welt am Sonntag para que las iglesias cristianas unan esfuerzos para enfrentarse a esta secta. Las juventudes del partido de Kohl han puesto en marcha la campaña de boicoteo a la película Misión I...

El Gobierno alemán y la Iglesia de la Cienciología se han enzarzado el fin de semana en un duro cruce de ataques y descalificaciones, en lo que supone un recrudecimiento de la campaña emprendida el pasado invierno por la Administración germana contra lo que considera una peligrosa secta cada vez más poderosa en su país. El Ministro de Trabajo, Norbert Bluem, hizo un llamamiento a través del semanario Welt am Sonntag para que las iglesias cristianas unan esfuerzos para enfrentarse a esta secta. Las juventudes del partido de Kohl han puesto en marcha la campaña de boicoteo a la película Misión Imposible, protagonizada y producida por Tom Cruise, cienciólogo destacado.

El presidente de la Iglesia de la Cienciología, Heber Jentzsch, ha devuelto el ataque a través de unas declaraciones en la revista semanal Der Spiegel, subrayando que políticos como Bluem. han lanzado "una campaña inconstitucional de acoso", que podría derivar en violencia.Bluem, que pertenece al partido demócrata-cristiano del canciller alemán Helmut Kohl y que se ha distinguido por su dialéctica contra la Cienciología -más conocida en España como Dianética-, ha señalado que el número de seguidores de la Cienciología en Alemania supera ampliamente los 30.000 de los que se suele hablar. Otros miembros de este partido han urgido a una investigación pormenorizada de las actividades y negocios de la Cienciología, que cuenta, sin embargo, con fuertes apoyos, incluso políticos, en EE-UU.

Los portavoces de la considerada secta se quejan de que los ataques del Gobierno alemán se basan sólo en que se alejan de la ortodoxia cristiana.

Las juventudes de la Unión Cristiano Demócrata han lanzado además una campaña nacional para boicotear la película Misión Imposible, producida y protagonizada por la estrella de Hollywood Tom Cruise, miembro de la Cienciología. Aducen que la recaudación de la película irá a parar a las arcas de ese grupo para financiar sus oscuras y "antidemocráticas" operaciones.

A comienzos de mes, la Administración de Estados Unidos intervino y sugirió a los alemanes que vayan a ver Misión Imposible. Incluso tres senadores estadounidenses pidieron a la Administración de Clinton que actuara inmediatamente para combatir el clima de "intolerancia" contra la Cienciología que se ha desatado en Alemania.

Jentzsch no ha podido callarse: "Alemania es el único. país donde los miembros de la Cienciología son rechazados por los partidos políticos, donde existen planes para impedirles acceder a servicios públicos y donde sus hijos son echados de las guarderías, por la única razón de su creencia religiosa".

"Me gusta Alemania y su gente", ha continuado en sus declaraciones a Der Spiegel. "Pero los actos de las facciones extremistas y radicales empañan a los partidos políticos y convierten en una farsa sus declaraciones de que existe libertad de religión en este país".

Comparación con los nazis

Desde fuentes oficiales alemanas no se han escatimado descalificaciones, e incluso se ha llegado a comparar los métodos de la Iglesia de la Cienciología con los del holocausto nazi. Jentzch devolvió el dardo, aún con más veneno: "El paralelismo con la era nazi hecho por quienes están muy familiarizados con las persecuciones a los judíos es el resultado de las violaciones de hoy en día por parte del Gobierno y los oficiales de su partido que siguen por derroteros similares"."Desde luego", ha seguido, "que la situación de nuestra gente no es la misma que la de las víctimas del holocausto. Nadie ha sido asesinado ni enviado a campos de concentración, pero seríamos muy torpes si no estuviéramos en alerta y no hiciéramos todo lo posible para prevenir que la situación actual degenere en un final extremo".