El Constitucional anula el despido de una trabajadora del PP embarazada

El Tribunal Constitucional ha estimado el recurso de amparo de una trabajadora de la sede central del Partido Popular que, estando embarazada, fue despedida en 1991 "por impuntualidad laboral y ausencias laborales injustificadas". El alto tribunal, que tilda de "torticero y malicioso el modo de actuar de la empresa [el PP]", anula el despido por entender que fue "discriminatorio por razón de sexo".

El Tribunal Constitucional entiende que el despido de la trabajadora María Isabel Rubio Martínez, que trabajaba a las órdenes de la hoy ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, "se produjo-...

El Tribunal Constitucional ha estimado el recurso de amparo de una trabajadora de la sede central del Partido Popular que, estando embarazada, fue despedida en 1991 "por impuntualidad laboral y ausencias laborales injustificadas". El alto tribunal, que tilda de "torticero y malicioso el modo de actuar de la empresa [el PP]", anula el despido por entender que fue "discriminatorio por razón de sexo".

El Tribunal Constitucional entiende que el despido de la trabajadora María Isabel Rubio Martínez, que trabajaba a las órdenes de la hoy ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, "se produjo- al comunicar la chica a su empresa que "estaba embarazada". Ya lo había estado en tres ocasiones anteriores.El Constitucional declara nulas, pues, las sentencias del Juzgado de lo Social 22 y otra del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que validaban el despido,Justificado por el PP en que María Isabel "faltó al trabajo entre los días 16 y 30 de agosto de 1991", y que, al requerirle una justificación, mostró un parte de baja expedido "por un ginecólogo privado", y no, como es preceptivo, por uno de la Seguridad Social. El PP adujo también que no avisase a sus jefes de su estado ni del riesgo que presentaba su embarazo.

María Isabel, disconforme con la sentencia del Juzgado 22, que se basaba,en estas premisa para considerar "muy grave" la conducta de la chica y validar el despido, incluso sin derecho a indemnización alguna, acudió a la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. La embarazada alegó que su depido "no se debía a razones disciplinarias, sitio a su estado de embarazo y a otras tres gestaciones anteriores". Este tribunal tampoco aceptó sus demandas.

Tras el nuevo revés del Tribunal Superior de Madrid, María Isabel presentó un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, que no fue admitido.

El Constitucional reprocha ahora a sus órganos inferiores que decretasen el despido atendiendo sólo a las razones alegadas por el PP y, en cambio, no hayan reparado en el informe de un ginecólogo privado que presentó la mujer para justificar sus ausencias. El facultativo certificaba que María Isabel se hallaba "con siete semanas de gestación, con riesgo de aborto y mala historia obstétrica", y que, por ello, "debía permanecer de baja laboral".

Aparte de dar la razón a la chica y decretar la nulidad del despido, el Constitucional efectúa las siguientes consideraciones: "Las causas del despido enraizan con su condición de mujer embarazada, pues si no hubiese concurrido esa circunstancia, no habría tenido necesidad de ausentarse del trabajo, y tampoco habría sido despedida". "Frente al derecho su integridad física y la de su hijo", razona el alto tribunal, "la empresa antepone la obligación rígida y sin fisuras de acudir a la sede del PP para encontrar unas oficinas desiertas, por vacaciones de agosto, sin su jefe".

Por su parte, Isabel Tocino manifestó anoche a Europa Press que acata la sentencia del Tribunal Constitucional aunque no la comparte en absoluto. "Tengo que decir que acato la sentencia, y más la acato como jurista, y desde luego no la comparto porque tengo que afirmar que el PP nunca ha discriminado a nadie, y mucho menos a mujeres embarazadas", dijo.