España exige a la UE que excluya de nuevas restricciones a los países sin 'vacas locas'

La Comisión aclara que la prohibición de comer visceras es una propuesta preventiva

La propuesta de la Comisión Europea de retirar de la cadena alimentaria las vísceras de cordero y cabra estalló ayer entre las manos de su mentor, el comisario de Agricultura, Franz Fischler. España y Portugal encabezaron una revuelta contra la manera en que el comisario dejó caer su iniciativa. La española Loyola de Palacio fue especialmente dura. Exigió que las medidas no se apliquen a los países que, como España, no han registrado casos de vacas locas y acusó a Bruselas de haber creado "una injustificada y gravísima alarma". Para la UE es sólo una medida preventiva.

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La propuesta de la Comisión Europea de retirar de la cadena alimentaria las vísceras de cordero y cabra estalló ayer entre las manos de su mentor, el comisario de Agricultura, Franz Fischler. España y Portugal encabezaron una revuelta contra la manera en que el comisario dejó caer su iniciativa. La española Loyola de Palacio fue especialmente dura. Exigió que las medidas no se apliquen a los países que, como España, no han registrado casos de vacas locas y acusó a Bruselas de haber creado "una injustificada y gravísima alarma". Para la UE es sólo una medida preventiva.

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Franz Fischler adelantó el lunes al consejo de ministros europeos de Agricultura que pretende pedir al Comité Veterinario Permanente (CVP) que recomiende retirar de la cadena alimentaría humana y animal cuatro tipos de vísceras (médula espinal, cerebro, globos oculares y bazo) del bovino, los corderos y las cabras. Los ministros no evaluaron bien el lunes las consecuencias de esta propuesta. La titular española se limitó a responder en rueda de prensa con una de sus rutinarias muletillas: "Las vacas locas están en Gran Bretaña y en los países que han comprado toneladas y toneladas de piensos animales en Gran Bretaña". Loyola de Palacio tuvo ayer más reflejos tras constatar la alarma que se ha desatado entre los criadores de cordero y los consumidores en España.De Palacio hizo pública una durísima nota oficial, que leyó personalmente, en la que expresó su "profundo disgusto" por lo que considera "declaraciones personales" de Fischler. En realidad, el comisario no habló a título personal sino que comunicó a los ministros una serie de conclusiones de los expertos en encefalopatía espongiforme bovina (ESB), que han alertado sobre el peligro que supone el hecho de que en laboratorio se ha logrado transmitir la ESB a corderos a través de la ingestión de vísceras de vaca infectada. El comisario señaló, en consecuencia, su voluntad de pedir al Comité Veterinario Permanente que dictamine sobre la conveniencia de aprobar las citadas medidas.

Etiquetado español

La ministra acusó a Fischler, en este caso con más razón, de haber generalizado un problema que no afecta a todos y advirtió que, para España, "resulta indispensable ( ... ) que se distingan los países que puedan ser clasificados respectivamente como de alto riesgo, de baja incidencia o de país indemne". En el primer grupo estaría básicamente Gran Bretaña, en el segundo aquellos países en los que se han registrado casos aislados de ESB (como Francia, Holanda, Portugal o Irlanda) y en el tercero los que, como España o los nórdicos, hasta el momento están completamente libres de ESB.

La ministra aseguró que esta misma semana estará lista la normativa de etiquetado de origen que pretende diferenciar en España el origen de las carnes. De Palacio admitió que la necesidad de incluir en el etiquetado las carnes de cordero supone un serio incoveniente añadido.

La Comisión Europea quiso ayer quitar hierro a la propuesta del comisario Fischler. Su portavoz intentó por activa y pasiva dar la impresión de que "nada ha cambiado". A su juicio, se trata de tomar "precauciones complementarias", después de que los científicos hayan logrado transmitir a las ovejas el mal de las vacas locas. "Nunca se ha detectado un caso de oveja que haya enfermado de ESB en las granjas", dijo, pero las evidencias logradas en laboratorio invitan a la Comisión a "retirar del sistema las vísceras potencialmente peligrosas".

Pero el mismo portavoz admitió que no se sabe si algunas de las ovejas que hasta ahora se creía que habían muerto por la enfermedad del scrapie en realidad fallecieron por ESB. Ambas enfermedades están ligadas y pertenecen a las llamadas encefalopatías espongiformes transmisibles (EST). El scrapie es un mal que afecta a la oveja europea desde hace más de 200 años, sin que nunca se haya detectado su transmisión al hombre. Pero el hecho de que haya aumentado la incidencia de la versión humana de esta enfermedad (el mal de Creutzfeldt-Jacob) en las zonas del Reino Unido más afectadas por la ESB ha dado pábulo a la posibilidad de que esta enfermedad pueda transmitirse al hombre por comer vacas enfermas. Ahora, la evidencia de que puede transmitirse la ESB a la oveja hace pensar que también a través suyo podría llegar a afectar al hombre. Para prevenir el mal, se trata de retirar del mercado las partes del ganado que con más facilidad se infectan, las visceras.

José Antonio García de Jalón -profesor de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza y adscrito al departamento de Patología Animal de este centro, que lleva 12 años trabajando en el scrapie- aseguró ayer que están "completamente descartadas" las posibilidades de que los animales o el hombre se contagien del ESB por el consumo de despojos de ganado ovino o caprino, informa Efe. "No existe ningún riesgo", dijo.

Por otra parte, las autoridades italianas anunciaron ayer el descubrimiento de cuantiosas importaciones ilegales de carne de vaca procedente de Francia, Alemania y España con destino a carnicerías italianas, informa France Presse. El tráfico tenía como fin defraudar a hacienda y eludir las nuevas normas de control sanitario relacionadas con la crisis de las vacas locas.

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