España rechaza la idea francesa de reducir ayudas a los que no accedan al euro

Un Gobierno de centro derecha español se ve por primera vez las caras con un Ejecutivo francés de una orientación política similar. Sucederá hoy en París donde se desarrolla el primer seminario ministerial hispano-francés desde que en mayo el Partido Popular (PP) llegó al poder.La reunión se celebrará además en una coyuntura en la que Francia busca reforzar sus lazos con las capitales europeas amigas, especialmente Madrid, para reequilibrar un eje París-Bonn que se inclina del lado alemán. Este acercamiento no le impide buscar fórmulas para que España resulte penalizada por la Unión Europea (U...

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Un Gobierno de centro derecha español se ve por primera vez las caras con un Ejecutivo francés de una orientación política similar. Sucederá hoy en París donde se desarrolla el primer seminario ministerial hispano-francés desde que en mayo el Partido Popular (PP) llegó al poder.La reunión se celebrará además en una coyuntura en la que Francia busca reforzar sus lazos con las capitales europeas amigas, especialmente Madrid, para reequilibrar un eje París-Bonn que se inclina del lado alemán. Este acercamiento no le impide buscar fórmulas para que España resulte penalizada por la Unión Europea (UE) si en 1999 no entra en el euro y devalua la peseta.

Contar con el apoyo de Madrid es tanto más fácil para París en cuanto que España es un país que siempre reclama ayuda a su vecino septentrional en materia de cooperación antiterrorista contra ETA, de comunicaciones con el resto de Europa (tren de alta velocidad y túnel de Somport) o de interconexión de redes eléctricas. A cambió, España tiene también algo que ofrecer porque le proporciona, por ejemplo, a Francia, su mayor excedente comercial (109.000 millones).

Al seminario asistirán once ministros, cinco de ellos españoles: los titulares de Exteriores, Defensa, Justicia, Fomento y Agricultura. A principios de semana los titulares de Interior decidieron no acudir a París porque "no tienen nada más que discutir por ahora", según un diplomático.

La relación con Francia es estrecha pero ello no obsta para que existan algunas discrepancias que aflorarán hoy. La primera concierne el temor francés a que las monedas que no accedan a la ultima fase de la unión monetaria, entre las que figurará probablemente la peseta, practiquen devaluaciones competitivas.

Para evitarlo, París pretende penalizar en la UE los pagos a los Estados miembros cuya moneda se deprecie y condicionará además las transferencias de los fondos estructurales de ayuda a las regiones más desfavorecidas y a la política de cambio. Ni que decir tiene que España rechaza estas ideas.

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Conexión eléctrica

El principal desacuerdo es, sin embargo, la conexión eléctrica Aragón-Carazil que el Gobierno francés suspendió el 1 de febrero, a causa de las presiones ecologistas, y por la que Red Eléctrica Española aspira a recibir indemnizaciones de Electricidad de Francia de 400.000 millones.

Aunque es importante, el dinero no es prioritario. El Ejecutivo español reclama ante todo a París que ofrezca una alternativa de conexión eléctrica y negocie un acuerdo que siente la base jurídica para las conexiones de España con el resto de la UE. Por ahora, España sólo posee dos conexiones, por Cataluña y el País Vasco, cuya capacidad de transporte equivale al 3% del consumo mientras en otros países comunitarios ronda el 40%.

El jefe de la diplomacia española, Abel Matutes, tiene también previsto dar cuenta a su homólogo del único cambio notable introducido por el PP en política exterior: el endurecimiento con Cuba. Es más, piensa instar a sus interlocutores a que expresen con más contundencia su rechazo al régimen de Castro.

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