La concentración del futbolista

Raúl y 38.536 estudiantes más terminaron ayer la selectividad

Durante tres días, Raúl se olvidó del balón y se concentró en los exámenes de selectividad. Con cara de cansancio y ojeras de varios días, "por el atracón que me he dado a estudiar", decía el jugador del Real Madrid, ayer se examinó del último ejercicio, de lengua y comentario de texto, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma.Muy tranquilo y ya sin los nervios del primer día, comentaba: "Me ha salido bien. El examen de hoy apenas ha tenido dificultad porque te puedes defender y enrollar".

Las pruebas de acceso no han sorprendido al jugador, con una nota media en ...

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Durante tres días, Raúl se olvidó del balón y se concentró en los exámenes de selectividad. Con cara de cansancio y ojeras de varios días, "por el atracón que me he dado a estudiar", decía el jugador del Real Madrid, ayer se examinó del último ejercicio, de lengua y comentario de texto, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma.Muy tranquilo y ya sin los nervios del primer día, comentaba: "Me ha salido bien. El examen de hoy apenas ha tenido dificultad porque te puedes defender y enrollar".

Las pruebas de acceso no han sorprendido al jugador, con una nota media en BUP y COU de siete puntos. Quiere estudiar Veterinaria el próximo curso. "Creo que necesito sacar ahora un 7,6. No sé si lo conseguiré. Yo lo he intentado, pero tampoco he tenido mucho tiempo para preparármelo a lo largo de todo el curso por los entrenamientos y las concentraciones", aseguraba Raúl, que hoy cumple 19 anos. En la puerta de la facultad le esperaba una tarta de cumpleaños y decenas de admiradoras en busca de un autógrafo. Una profesora vio el panorama y cortó por lo sano: "Con este follón, que salga por la puerta del patio". Y Raúl, con la mirada perdida y la carpeta de apuntes bajo el brazo, la siguió.

Los cinco campus madrileños se convirtieron ayer a mediodía en el escenario de una fiesta: el fin de la selectividad. "Se acabó la pesadilla", decían los muchachos. Por fin dejaban a un lado los apuntes.

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