Cañellas invitó a donar 15 millones a su fundación con recibos hechos en su Gobierno

Buena parte de las grandes empresas que donaron el grueso de los 1.096 millones de pesetas que ha acumulado la Fundación privada Illes Balears (FIB) -que creó y preside el polémico ex jefe del Gobierno balear, Gabriel Cañellas, del PP- aportaron 15 millones de pesetas, a razón de cinco mllones por anualidad. La donación habitual establecida para ser colaboradores de la FIB era indicada directamente por Cañellas a los mecenas que convocaba. Éste simultaneó seis años la jefatura del Ejecutivo y la presidencia de la FIB.

En varias ocasiones, en reuniones oficiales -como una celebrada en el...

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Buena parte de las grandes empresas que donaron el grueso de los 1.096 millones de pesetas que ha acumulado la Fundación privada Illes Balears (FIB) -que creó y preside el polémico ex jefe del Gobierno balear, Gabriel Cañellas, del PP- aportaron 15 millones de pesetas, a razón de cinco mllones por anualidad. La donación habitual establecida para ser colaboradores de la FIB era indicada directamente por Cañellas a los mecenas que convocaba. Éste simultaneó seis años la jefatura del Ejecutivo y la presidencia de la FIB.

En varias ocasiones, en reuniones oficiales -como una celebrada en el Casal de Peguera con hoteleros de Andratx-, Cañellas hizo proselitismo de la FIB e invitó a adherirse a ella.Antes de tener habilitada la sede de la entidad privada en la finca de Son Patx, el político conservador operaba para la FIB desde el Consulado del Mar, presidencia del Ejecutivo regional. Establecía contacto por carta y personalmente con potentes hombres de negocios y les inducía a colaborar. En la presidencia tenía documentación al efecto, folletos de promoción y órdenes bancarias de ingreso en las que figuraban las cantidades y formas de pago (15 millones, a razón de cinco por año).

Veinte bancos, hoteleros y financieros realizaron donaciones ceñidas a la propuesta. En varios casos los ingresos rebasan las cuotas indicadas. Hacienda y el juez del caso Sóller, sobre el cobro de presuntas comisiones ilegales por el PP, investigan la transparencia fiscal de los donativos y la identidad de las dádivas anónimas. En la escritura de la fundación y en el análisis de Hacienda no consta que Cañellas efectuase aportación monetaria alguna a la FIB, que presidirá de manera vitalicia.

"Me duele todo lo que se dice de la Fundación", dijo ayer Cañellas. En Radio Voz se lamentó de la información de este diario sobre el posible ingreso, en aportaciones fragmentadas y anónimas de cinco millones de pesetas, de las supuestas comisiones del caso Sóller en las cuentas de la FIB. El fiscal y Hacienda suponen que en 1989 la FIB empezó a pagar sus gastos corrientes con estas partidas, procedentes de uno de los 10 cheques bancarios (50 millones en total) que el empresario del túnel libró al PP tras lograr la concesión de la obra.

"No hay ni trampa, ni cartón, ni misterio. Morbo con el cual ver si se llenan páginas", agregó Cañellas. "Todos los pobres que dieron su dinero van a ser absolutamente pasados por las armas de la Agencia Tributaria. Todo el mundo que dio una peseta con su nombre y apellidos tiene un recibo para hacer la declaración de la renta y del impuestos de sociedades". El recibo es un pequeño diploma de cartón del tamaño de una cuartilla, con orla de efecto bursátil.

Juan López Gayá, magistrado del Tribunal Superior que instruye el caso Sóller, ha reclamado los datos bancarios y los recibos que ayuden a esclarecer la identidad de los donantes anónimos en los años inmediatos a la concesión del túnel, entre 1989 y 1991. Desde su creación en 1988 hasta el año pasado, el propio Cañellas reveló que la FIB ingresó 94 millones de pesetas de donantes sin identificar.

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Cañellas declarará como imputado el próximo día 27 por la presunta comisión de un delito de cohecho en relación con otro de prevaricación por la concesión del túnel de peaje de Sóller.

Por otra parte, ayer, dos proveedores electorales del PP, un agente de espectáculos y un impresor que cobraron sus trabajos con talones del caso Sóller, indicaron ante el juez que fue Berastáin quien les hizo los encargos para el partido. Uno dijo recordar que el consejero fue quien le pagó y el otro dudó.

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