González advierte que romperá el consenso en política exterior si se corta la ayuda a Cuba

Después de dos semanas de vacaciones, el secretario general del PSOE, Felipe González, irrumpió en la madrileña Casa de Campo para fijar a su partido un objetivo: conseguir en las próximas elecciones 12 millones de votos. Aunque aseguró que no iba a hablar del Gobierno, lo hizo para advertir al presidente del Ejecutivo, José María Aznar, que el consenso en política exterior se romperá si se suspende la cooperación con Cuba. También le pidió que "guarde las formas" y no se pliegue a Estados Unidos, como cree que hizo la semana pasada ante el vicepresidente norteamericano, Albert Gore.

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Después de dos semanas de vacaciones, el secretario general del PSOE, Felipe González, irrumpió en la madrileña Casa de Campo para fijar a su partido un objetivo: conseguir en las próximas elecciones 12 millones de votos. Aunque aseguró que no iba a hablar del Gobierno, lo hizo para advertir al presidente del Ejecutivo, José María Aznar, que el consenso en política exterior se romperá si se suspende la cooperación con Cuba. También le pidió que "guarde las formas" y no se pliegue a Estados Unidos, como cree que hizo la semana pasada ante el vicepresidente norteamericano, Albert Gore.

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Lo que sobre todo hizo González ayer fue abrazar y besar a diestro y siniestro. La Federación Socialista Madrileña (FSM) le dio la oportunidad de un baño de multitudes con una fiesta de entrega de carnés a nuevos militantes. Desde las elecciones del 3 de marzo, más de 5.000 personas han pedido el ingreso en el PSOE. Sólo en Madrid 1. 177, según datos del partido.Tras la entrega de carnés se hizo el silencio para escucharle. En primera fila, numerosos dirigentes, ex ministros y su hija María. "No voy a hablar del Gobierno, todavía es pronto", dijo González, lo que fue seguido de un murmullo de decepción. Pero no fue así.

La defensa de la autonomía de sus gobiernos con respecto a otros países le sirvió a González para hablar de Cuba y del final de la ayuda a ese país. Dio a entender que Aznar ha tomado esa decisión por indicación del vicepresidente norteameriano, ya que fue junto a él, en conferencia de prensa la semana pasada, cuando anunció el endurecimiento hacia Cuba.

"Si alguien quiere cambiar la política exterior, que sepa que el consenso básico se puede romper", advirtió el líder del PSOE "'Si alguien cree que hay que cambiar algún aspecto de la política con Cuba tiene derecho a decirlo, pero hay que cuidar las formas y no anunciarlo con enviados especiales al lado, hay que tener autonomía", dijo en referencia a Gore "Yo quiero la libertad y la democracia para Cuba, pero no voy a estar de a cuerdo en que la técnica sea la de bloqueo y hambre para el pueblo", aseguró.

Pero antes de meterse en discursos Felipe González entregó personalmente a 27 mujeres y 19 hombres el carné del PSOE, la mayoría menores de 25 años, en un acto que tuvo como lema: "Por la tolerancia". Los oradores madrileños -José Acosta, presidente de la FSM, y Jaime Lissavetzky, secretario general- ensalzaron el valor de la tolerancia y acabaron con el grito de "¡Madrid en el 99 será socialista!". Hubo críticas a la gestión, del alcalde del PP, José María Alvarez del Manzano.

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"Me metí en política cuando gobernaba la derecha, dictatorial, pero era la derecha", aseguró González. Dijo también a los nuevos militantes que cuenta con ellos para recuperar "el bloque de progreso" que le permita ganar las elecciones. "Necesitamos el 42% de los votos para reemprender la tarea de cambio y Madrid será el centro de la batalla", advirtió.

Después cuantificó los votos que estima necesarios para "volver a un nuevo periodo de transformaciones [...] Nuestro objetivo tiene que ser conseguir 12 millones de votos". El PSOE obtuvo en 1982 diez millones de sufragios y el pasado 3 de marzo algo más de nueve, aunque el PP le sacó una ventaja de 280.000 papeletas. Para alcanzar esos 12 millones, González cuenta con muchos de los actuales votantes de IU.

González señaló que "muchos" le piden que vuelva. "Me dicen que siga. Claro que estoy dispuesto a seguir", dijo con énfasis.

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