"La lengua no debe dividir a los ciudadanos"

El economista y político del PP, Jaume Matas, (Palma, 1956), será elegido el próximo día 11 de junio nuevo presidente del Gobierno balear, en sustitución de Cristòfol Soler, derrocado el pasado martes en un golpe de mano del grupo parlamentario popular. Matas fue consejero de Economía y Hacienda con Gabriel Cañellas, el histórico mandatario de la derecha balear sacrificado por Aznar por el caso Sóller que dirigió la contestación contra Soler y propició la elección de Matas. Este, durante diez meses, fue también miembro del gabinete Soler. Matas insinúa un cambio de rumbo en la política...

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El economista y político del PP, Jaume Matas, (Palma, 1956), será elegido el próximo día 11 de junio nuevo presidente del Gobierno balear, en sustitución de Cristòfol Soler, derrocado el pasado martes en un golpe de mano del grupo parlamentario popular. Matas fue consejero de Economía y Hacienda con Gabriel Cañellas, el histórico mandatario de la derecha balear sacrificado por Aznar por el caso Sóller que dirigió la contestación contra Soler y propició la elección de Matas. Este, durante diez meses, fue también miembro del gabinete Soler. Matas insinúa un cambio de rumbo en la política lingüística iniciada por su antecesor. P. La descripción periodística de la crisis que le ha aupado alude a un golpe de mano y a una conspiración contra Soler.

R. Respeto las interpretaciones, pero no las comparto. Lo ocurrido en el PP no es agradable. La situación del partido desagrada y, a veces, las cosas han salido de contexto. El PP padece las consecuencias de la sustitución de don Gabriel Cañellas: llegó la crisis y la desunión, de distintas corrientes, a veces enfrentadas. Esto ha provocado lo que ha sucedido.

P. ¿La caída de Soler responde a las tensiones del PP?

R. El presidente y su equipo han desarrollado una tarea, que se ha de reconocer. El talante democrático del presidente en su salida, evidencia señorío. Ocurre que, como en muchas democracias, con frecuencia aparece una ruptura de la confianza entre el grupo y su representante. La crisis, llega por criterios y formas de relación, más que por divergencias con el programa electoral del PP.

P. En julio de 1995, usted era consejero de Cañellas, Soler le ratificó. Cuando descabalgan de la presidencia a Soler, usted sigue y lo sustituye.

R. No es ésta la lectura. Es una situación normal en el ejercicio de la democracia quizás sea una práctica extraordinaria, pero nada más. Soy leal a mi partido, que me ha colocado en el puesto. De 28 diputados logré el apoyo de 27 y la unanimidad del partido. Tengo mi propia trayectoria y un estilo de gestión que debe avalarme.

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P. Juan Verger, nuevo aliado de Cañellas en el PP, le ha advertido qué deberá páctar su gestión.

R. El escenario será diferente. Las palabras de Verger las asumo y comprendo. Quiere ser presidente del PP y velará por el programa. Él mismo me propuso.

P. ¿Qué matices le distinguirán de la anterior étapa?

R. Serán de estilo personal. Debemos dejar la politiquería y pasar a la política con mayúsculas. Gestión, gestión y gestión en temas estructurales y no solo coyunturales. Me preocupan aspectos vitales como la aplicación de la política de ordenación de la oferta turística o el logro del régimen económico y fiscal diferenciado.

P. ¿La política de protección de la naturaleza será prioritaria?

R. El territorio, en unas islas, es un bien escaso. Nadie puede apropiarse de la bandera ecologista ni medioambiental.

P. ¿Seguirá avanzando la política de normalización?

R. Tengo claro que la lengua es un medio de unión y comunicación. Nunca y bajo ningún concepto haré o consentiré que sea un tema de desunión. Las acciones han de ser consensuadas. En estas islas este tema nunca había sido beligerante y no debe serlo. En los últimos temas se ha producido en el seno de la sociedad un debate que no conduce a nada positivo, desune y bajo ningún concepto ha de dividir a los ciudadanos, al contrario. Se han generado ciertas problemáticas que se han de corregir.

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