Insensibilidad

Soy consciente de que una nueva denuncia sobre la destrucción de nuestro patrimonio cultural servirá de poco o nada frente a la insensibilidad e ignorancia colectiva que sobre este punto venimos cultivando con tanto empeño y éxito en la sociedad española. Desdichadamente, no faltan a diario ejemplos que pongan en entredicho, por acción u omisión, a políticos, técnicos, profesores, eclesiásticos, académicos y ciudadanos ante la pacífica destrucción de aquel patrimonio que, por otro lado, dicen proteger, restaurar, estudiar, venerar y disfrutar.¿Un ejemplo paradójico, vergonzante y reciente? En ...

Soy consciente de que una nueva denuncia sobre la destrucción de nuestro patrimonio cultural servirá de poco o nada frente a la insensibilidad e ignorancia colectiva que sobre este punto venimos cultivando con tanto empeño y éxito en la sociedad española. Desdichadamente, no faltan a diario ejemplos que pongan en entredicho, por acción u omisión, a políticos, técnicos, profesores, eclesiásticos, académicos y ciudadanos ante la pacífica destrucción de aquel patrimonio que, por otro lado, dicen proteger, restaurar, estudiar, venerar y disfrutar.¿Un ejemplo paradójico, vergonzante y reciente? En estos días se celebra en Madrid una extraordinaria exposición sobre el gran ingeniero español Agustín de Betancourt, figura excepcional entre los pioneros de la ingeniería de la Europa ilustrada, que estuvo vinculado a grandes proyectos en España y Rusia. Uno de ellos fue la explotación de la Real Fábrica de Algodón de Ávila, tal y como cabe ver en la mencionada exposición, cuyo interesantísimo edificio del siglo XVIII lo ha derribado el Ayuntamiento de Ávila con la aprobación de la Junta de Castilla y León, coincidiendo así con la exposición, en un particular gesto de entender lo que es la conmemoración pública de un hombre que contribuyó a la ciencia y a la técnica de la Europa del Siglo de las Luces. ¡Enhorabuena!- Catedrático de Arquitectura.