Londres no convence a la UE para que levante el embargo del vacuno

Atienza, contrario a medidas "de chalaneo político"

El ministro de Agricultura británico, Douglas Hogg, dejó ayer muy claro a sus socios que el Reino Unido sólo aplicará un plan de erradicación de la enfermedad de las vacas locas si antes se levanta, o al menos se suaviza, el embargo que pesa sobre el bovino de su país. Hogg presentó un plan de apenas 15 folios que basa toda su eficacia en la voluntariedad. El ministro español, Luis Atienza, se opuso a que el embargo se levante "por un chalaneo político". Londres no convenció a los Quince.

El papel presentado por Hogg causó honda decepción en los pasillos del consejo de ministros, aunque...

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El ministro de Agricultura británico, Douglas Hogg, dejó ayer muy claro a sus socios que el Reino Unido sólo aplicará un plan de erradicación de la enfermedad de las vacas locas si antes se levanta, o al menos se suaviza, el embargo que pesa sobre el bovino de su país. Hogg presentó un plan de apenas 15 folios que basa toda su eficacia en la voluntariedad. El ministro español, Luis Atienza, se opuso a que el embargo se levante "por un chalaneo político". Londres no convenció a los Quince.

El papel presentado por Hogg causó honda decepción en los pasillos del consejo de ministros, aunque en la mesa del consejo los comentarios fueron más ponderados: "Es un paso en la buena dirección, pero la decisión la deben tomar los expertos y los científicos", dijeron casi todos los ministros. Londres se ha limitado a plantear una estrategia de reducción de la encefalopatía espongiforme bobina (EEB) con tres ejes: 1. Identificar los rebaños en que se han dado casos de EEB desde septiembre de 1990. 2. Identificar a los animales que han convivido con esos rebaños y que han podido alimentarse del mismo pienso. 3. Retirar esos animales de la cadena alimentaria.El ganadero podrá elegir entre sacrificarlos o mantenerlos vivos para la producción de leche y terneros. Sus estimaciones -ya divulgadas a mediados de mes- son de que unas 500.000 vacas podrían ser retiradas por los ganaderos de la cadena alimentaria de forma voluntaria.

Además, el documento del Reino Unido deja muy claro que todas estas medidas están condicionadas a levantar el embargo contra sus productos.

Necesidad de calma

El Gobierno de Londres insiste así en mantener la politización del caso y alejarlo de las vías más objetivas de los expertos científicos. El ministro francés, Philippe Vasseur, aconsejó a su colega británico que no tuviera prisa "porque si vamos muy rápido se puede romper todo".El ministro español en funciones, Luis Atienza, no ocultó su disgusto por la estrategia del Ejecutivo de Londres: "Con la salud y la seguridad de los cosumidores no se debe jugar. Y esto no puede ser objeto de chalaneo político. Desde el punto de vista del Gobierno español, y creo que es la política que se va a mantener también con el próximo gobierno, la salud de los consumidores es un principio fundamental que no puede ser objeto de negociación política. Cuando se presente el plan de erradicación, cuando sea avalado por los científicos y por nuestros expertos, entonces podrá tomarse una decisión de levantamiento del embargo", dijo. "Pero por otro lado", añadió el ministro español, "hay que recordar que durante treinta años no se ha podido exportar carne de cerdo español al Reino Unido. ¡Durante treinta años! Y por una enfermedad, la peste porcina africana, que no es transmisible a las personas y que además no se ha contagiado nunca a la cabaña de otros países." Atienza pide ahora al Reino Unido que tome medidas serias como hizo España en su momento para erradicar la enfermedad.

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