Métodos de bandidos

José María Aldaya no lo olvidará jamás. Propietario de una pequeña empresa de transporte en San Sebastián que cuenta con una veintena de empleados, ha pasado más de once meses en las garras de ETA. Encerrado en una celda insonorizada de uno por tres metros y desconectado del mundo excepto por sus carceleros y las páginas deportivas del diario separatista Egin. ( ... )Su calvario acabó tras el pago por su familia de los cinco millones de francos de rescate reclamados por los "valerosos defensores" del pueblo vasco. Pueblo que, de hecho, contempla atónito los métodos de otros tiempos de u...

José María Aldaya no lo olvidará jamás. Propietario de una pequeña empresa de transporte en San Sebastián que cuenta con una veintena de empleados, ha pasado más de once meses en las garras de ETA. Encerrado en una celda insonorizada de uno por tres metros y desconectado del mundo excepto por sus carceleros y las páginas deportivas del diario separatista Egin. ( ... )Su calvario acabó tras el pago por su familia de los cinco millones de francos de rescate reclamados por los "valerosos defensores" del pueblo vasco. Pueblo que, de hecho, contempla atónito los métodos de otros tiempos de una organización terrorista cada vez más aislada en el mismo País Vasco. El secuestro ha sido siempre una de las principales fuentes de financiación de ETA y le ha aportado unos 200 millones de francos en 20 años.

Es un método de gánsteres que además permite a los terroristas presionar a los empresarios vascos para que paguen el impuesto revolucionario. ( ... ) Muchos prefieren pagar sin discutir, pero cada vez son más numerosos los que se niegan al chantaje. El País Vasco está harto de una violencia que encubre las prácticas mafiosas tras las justificaciones políticas. El secuestro de José María Aldaya ha provocado un vasto movimiento de solidaridad. ( ... ) Cada semana, durante 11 meses, los manifestantes han denunciado la tortura sufrida por el empresario con el eslogan ¡ETA no representa al pueblo vasco!

28 de abril