Una semana decisiva

La crisis de Huarte entra, a partir de mañana, en una semana fundamental para su resolución, tras la presentación de la suspensión de pagos el pasado 15 de marzo. El próximo día 10 se celebrará una asamblea en la que la empresa explicará con detalle a las partes implicadas el último plan de viabilidad que ha diseñado el actual equipo directivo de Huarte, con Rafael Fernández a la cabeza.Este plan contempla sacrificios para todas las partes y exige que la banca acreedora y los obligacionistas conviertan el 50% de sus deudas en capital, que los proveedores aporten para este fin el 33% de su deud...

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La crisis de Huarte entra, a partir de mañana, en una semana fundamental para su resolución, tras la presentación de la suspensión de pagos el pasado 15 de marzo. El próximo día 10 se celebrará una asamblea en la que la empresa explicará con detalle a las partes implicadas el último plan de viabilidad que ha diseñado el actual equipo directivo de Huarte, con Rafael Fernández a la cabeza.Este plan contempla sacrificios para todas las partes y exige que la banca acreedora y los obligacionistas conviertan el 50% de sus deudas en capital, que los proveedores aporten para este fin el 33% de su deudas y que los trabajadores de la empresa destinen a ello el 25% de su salario bruto de los dos próximos años.

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Este plan, según Rafael Fernández, supondría una capitalización de 30.000 millones de pesetas, rebajar la deuda de la constructora desde los 53.000 millones actuales a los 3 1.000 y situaría los recursos propios en 21.000 millones de pesetas. Dentro de este plan también se pediría un crédito al Instituto de Crédito Oficial (ICO) por un montante de 10.000 millones de pesetas. Este plan pretende evitar la "liquidación ordenada" una de las salidas de esta crisis y que ha sido duramente criticada por Rafael Fernández.

Aunque en un primer momento tanto la banca acreedora como los sindicatos, especialmente Comisiones Obreras, se mostraron críticos y reticentes a aprobar este plan, la actitud ha variado.

Los proveedores, aunque no están organizados han dado algunas señales positivas sobre el plan. Así la Mesa Nacional de Subcontratistas, reunida el pasado miércoles en Madrid, se mostró dispuesta a apoyar este último plan de la constructora por entender que afronta los problemas de la empresa con rigor. CC OO, que en un primer momento dijo que no estaba de acuerdo con el plan y sobre todo con que los trabajadores tuvieran que afrontar recortes en sus salarios, reconsideró su oposición al mismo y dijo que "visto en su conjunto puede ser una salida a la crisis". UGT ha señalado que los trabajadores podrán estudiar el plan de reflotamiento de Huarte, aunque "rechazamos un recorte lineal de los salarios y defenderemos una reducción proporcional a los distintos sueldos".

El momento estelar de la semana será la junta extraordinaria, que se celebrará el día 11 en Pamplona.

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