El motín, se extiende a nueve cárceles de Buenos Aires

Otras cuatro prisiones de Buenos Aires se sumaron al violento amotinamiento de cinco cárceles de la provincia, que continuaba ayer con cuchilladas o tiros entre los reclusos; hubo al menos cuatro muertos en esas reyertas, según confusos recuentos, y algún herido cuando la policía disparó balas de goma contra un grupo que trató de fugarse. El número de rehenes ascendía a 27, entre ellos una juez, y comenzaron huelgas de hambre en dos cárceles de mujeres.El presidente Carlos Menem atribuyó el masivo alzamiento a una dirección única -"no hay ninguna duda de que alguien debe estar moviendo los hil...

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Otras cuatro prisiones de Buenos Aires se sumaron al violento amotinamiento de cinco cárceles de la provincia, que continuaba ayer con cuchilladas o tiros entre los reclusos; hubo al menos cuatro muertos en esas reyertas, según confusos recuentos, y algún herido cuando la policía disparó balas de goma contra un grupo que trató de fugarse. El número de rehenes ascendía a 27, entre ellos una juez, y comenzaron huelgas de hambre en dos cárceles de mujeres.El presidente Carlos Menem atribuyó el masivo alzamiento a una dirección única -"no hay ninguna duda de que alguien debe estar moviendo los hilos"-, y declaró haber recomendado prudencia en la represión pare evitar males mayores. En mayor o menor medida, 10.000 presos de los 28.000 que suman la población reclusa de las 13 cárceles de Buenos Aires participan en una protesta desencadenada en Sierra Chica después de haberse impedido a tiros la huida de 15 reos. Los muertos registrados en el interior de los recintos en armas, cuyos cuerpos permanecen allí, fueron resultado del triunfo de los duros sobre los internos contrarios a radicalizar la rebelión. "Sus cadáveres aún no' aparecieron", admitió María del Carmen Falvo, subsecretaria de Justicia del Gobierno provincial.

Tres presos de este penal obligados a plegarse a la decisión de los cabecillas pudieron escapar e informaron después sobre las discrepancias: los amotinados con sentencia en firme y aquellos próximos a recobrar la libertad son mayoría y no están de acuerdo con la bronca. "Existen entre los reclusos intereses contrapuestos. Esto explica por qué todavía no han presentado una petición concreta y por qué este conflicto sigue dilatándose", agregó Calvo. Dos de sus víctimas son el vicealcalde de Sierra Chica y un sargento, herido por dos balazos de goma, el primero, y por un pinchazo, el segundo, durante la neutralización de otra fuga. Los amotinados aceptaron la sustitución de los heridos como rehenes por otros dos funcionarios. "La gente no sabe qué es Sierra Chica", denunció el criminólogo Elías Neuman. "Es una pocilga, es terrorífica".

Los presos reclaman mejora de las instalaciones, la aceleración de sus causas -unos 7.500 personas cumplen prisión sin sentencia-, posibilidad para los reincidentes de acceder a la libertad condicional y la aplicación de la llamada ley dos por uno, que cuenta dos días de detención por cada uno cumplido sin sentencia.

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