5.000 presos se amotinan en Argentina

Una juez empeñada en negociar "desde dentro" figura entre los 20 rehenes de cerca de 5.000 presos amotinados en cuatro cárceles argentinas en exigencia de mayor celeridad en la vista de sus causas y la reducción de penas. En una de ellas se habrían registrado ya al menos tres muertos, según anunció anoche una autoridad local. El hacinamiento y la incertidumbre sobre la duración de las condenas fueron causas fundamentales de la revuelta registrada en las prisiones de la provincia de Buenos Aires.Impedida por los centinelas una masiva fuga en Sierra Chica, aproximadamente mil presos enfurecidos ...

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Una juez empeñada en negociar "desde dentro" figura entre los 20 rehenes de cerca de 5.000 presos amotinados en cuatro cárceles argentinas en exigencia de mayor celeridad en la vista de sus causas y la reducción de penas. En una de ellas se habrían registrado ya al menos tres muertos, según anunció anoche una autoridad local. El hacinamiento y la incertidumbre sobre la duración de las condenas fueron causas fundamentales de la revuelta registrada en las prisiones de la provincia de Buenos Aires.Impedida por los centinelas una masiva fuga en Sierra Chica, aproximadamente mil presos enfurecidos por el fracaso golpearon y desarmaron a sus guardias y amenazaron a las autoridades penitenciarias con matarles de no ser atendidos.

"Doctora, el clima es muy tenso y es peligroso que entre sola", le advirtieron a la juez Mercedes Malere, de 43 años, aparentemente convencida de sus dotes de persuasión. Entró sola e inmediatamente fue tomada como rehén. Entre la juez, tres testigos de Jehová y los guardias, son 15 los rehenes de esta cárcel. La rebelión habría causado ya "al menos tres, muertos", afirmó anoche la subsecretaria de Justicia de la provincia de Buenos Aires.

Los presos de Azul, Olmos y La Plata se unieron con violencia a Sierra Chica y suman, en total, el 50% de la población reclusa bonaerense. Encaramados en los tanques de agua o haciéndose notar con pinchos asomados por los barrotes, avisaron a la policía sobre las cruentas consecuencias de su eventual represión y demandaron la aplicación de la ley que establece dos días de reducción de condena por cada día cumplido. El mayor número de amotinados está en Olivos, en su mayor parte obligados por una mafia de cabecillas.

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