Una operación sorpresa

La inesperada entrada de Jorge Mas Canosa en Sintel puede generar reacciones de diversa índole en distintos frentes: En los competidores, en los sindicatos -que perderán el paraguas de Telefónica- e, incluso, en los ambientes políticos. Para Telefónica, no obstante, la operación tiene un sentido estratégico definido.En primer lugar, es un paso importante en su estrategia de estrechar lazos de unión en el área latinoamericana. Un interés que, en el caso de Cuba, tiene unas miras más determinadas después de que perdiera el concurso de entrada en la telefónica cubana que ganó el consorcio formado...

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La inesperada entrada de Jorge Mas Canosa en Sintel puede generar reacciones de diversa índole en distintos frentes: En los competidores, en los sindicatos -que perderán el paraguas de Telefónica- e, incluso, en los ambientes políticos. Para Telefónica, no obstante, la operación tiene un sentido estratégico definido.En primer lugar, es un paso importante en su estrategia de estrechar lazos de unión en el área latinoamericana. Un interés que, en el caso de Cuba, tiene unas miras más determinadas después de que perdiera el concurso de entrada en la telefónica cubana que ganó el consorcio formado por la mexicana Domos y la italiana Stet. Además, porque a Telefónica le puede salir más rentable contratar el trabajo por procedimientos concursales que dárselo a Sintel.

Más información

Sistemas e Instalaciones de Comunicación (Sintel) fue fundada en 1975 y ha estado siempre ligada a Telefónica, que es propietaria de la totalidad de su capital (3.100 millones de pesetas). Tiene unas reservas de 1.156 millones, su valor en libros es, según la Memoria de Telefónica, de 4.935 millones de pesetas y el año pasado perdió 1.881 millones. No obstante, este monto proviene básicamente de plan de reducción de plantilla en al menos 600 personas sobre los cerca de 3.000 trabajadores que tenía, según fuentes consultadas.

Reordenación

Sintel ha dedicado su actividad a la ingeniería, instalación y mantenimiento en las áreas de telecomunicaciones. Con el paso de los años se ha ido introduciendo en la electrónica profesional y la informática.

Su principal cliente ha sido siempre la propia Telefónica, aunque su crecimiento se produjo con motivo de la Expo 92, de la que recibió importantes contratos. Quizá ese crecimiento, que fue acompañado por el aumento de la plantilla, supuso su posterior debilitamiento, la entrada en pérdidas y la necesidad de reestructurar la plantilla.

En los últimos años, como cabeza de un subgrupo dentro de Telefónica, ha expandido sus redes por Latinoamérica con trabajos en varios países de dicho área, lo que le ha permitido mejorar su cuenta de resultados de explotación (positivos en el último año, según datos de la sociedad).

Otro frente que interesa a Telefónica de España, que ayer celebró su junta anual de accionistas en Madrid, es el norte de África. Ayer, el ministro marroquí de Privatizaciones, Abderrahmán Saaidi, anunció que la empresa española estaba interesada en entrar en ese país

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