Varios consejeros de Cajamadrid niegan el perdón a la Comunidad que propone Terceiro

El enfrentamiento está servido. Varios consejeros de Cajamadrid proponen mantener el castigo que el consejo de administración aprobó el 26 de febrero pasado contra la Comunidad de Madrid. Jaime Terceiro, presidente de Cajamadrid, solicita el perdón. El castigo -que consiste en congelar las ayudas sociales a la Comunidad- se decidió tras conocer que Cajamadrid había perdido el contrato del siglo para el cobro de los tributos (134.000 millones al año). El negocio fue adjudicado al Banco de Santander y al Banco Central Hispano.

El presidente de Cajamadrid, Jaime Terceiro, intentó aprobar l...

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El enfrentamiento está servido. Varios consejeros de Cajamadrid proponen mantener el castigo que el consejo de administración aprobó el 26 de febrero pasado contra la Comunidad de Madrid. Jaime Terceiro, presidente de Cajamadrid, solicita el perdón. El castigo -que consiste en congelar las ayudas sociales a la Comunidad- se decidió tras conocer que Cajamadrid había perdido el contrato del siglo para el cobro de los tributos (134.000 millones al año). El negocio fue adjudicado al Banco de Santander y al Banco Central Hispano.

El presidente de Cajamadrid, Jaime Terceiro, intentó aprobar la paz con la Comunidad de Madrid el miércoles 21 de marzo, durante la reunión de la ejecutiva, pero varios de sus miembros se negaron al perdón.La batalla se ha aplazado hasta el consejo de administración que se celebrará el 1 de abril. Allí, varios consejeros propondrán mantener el castigo, cuya primera consecuencia es la congelación del apoyo económico de Cajamadrid a los programas sociales de la administración regional (entre ellos el Ingreso Madrileño de Integración: 1.200 millones para las familias más pobres). Este año, los madrileños con menos recursos económicos cobran un sueldo mensual gracias, en parte, a las aportaciones económicas de Cajamadrid.

Los consejeros que se negaron al perdón propondrán que los convenios de colaboración con la Comunidad de Madrid se estudien en el futuro individualmente y, caso de aprobarse, computen a favor de Cajamadrid en futuros concursos que convoque la administración regional.

"El dinero que da Cajamadrid a la Comunidad debe puntuar cuando Cajamadrid puje con otros bancos por contratos de la administración regional", explican.

Un portavoz oficial de la entidad financiera aseguró a este periódico el pasado jueves que la ejecutiva había desbloqueado el conflicto con el Gobierno regional. "Los próximos convenios sociales con la Comunidad se firmarán con toda normalidad", señaló. Ese mismo día, el consejero de Hacienda, Antonio Beteta (PP), agradeció el supuesto acuerdo y habló de una nueva etapa en las relaciones de las dos instituciones.

Pero algunos de los presentes en la reunión de la ejecutiva de Cajamadrid desmintieron a EL PAÍS que se hubiera aprobado el perdón a la Comunidad. Su versión: "Terceiro planteó de una manera informal que había comido con el consejero de Hacienda, que la entrevista había sido muy cordial, y que el consejero de Hacienda se comprometió a contemplar positivamente la oferta de Cajamadrid para el concurso del próximo año", relataron.

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"Terceiro concluyó su intervención sobre este tema diciendo que había que darlo por zanjado. Pero, en el turno de cuestiones varias, algunos consejeros hicieron notar a Terceiro que la decisión del castigo era lo suficientemente importante, por la repercusión que tenía sobre la defensa de los intereses de la Caja, y que por tanto no se podía dar por zanjado en la ejecutiva sino que tenía que debatirse en el consejo de administración".

Conflicto de intereses

Estos consejeros de Cajamadrid creen que tras la decisión del Gobierno de Ruiz-Gallardón en el supercontrato se ha producido un conflicto de intereses entre las dos instituciones.El consejero de Hacienda explicó en la Asamblea de Madrid que el Banco de Santander y el Banco Central Hispano se habían llevado el negocio del cobro de los tributos regionales porque ofrecían mejoras económicas (hasta 1.200 millones de beneficio para la Comunidad) superiores al resto.

Los consejeros de Cajamadrid recuerdan que, anualmente, esta entidad regala hasta 5.000 millones de pesetas para distintos programas sociales y culturales de la administración regional. "Si ese dinero hubiera computado, las mejoras de Cajamadrid hubieran sido inigualables", dicen.

En la Asamblea de Madrid, la izquierda regional (IU y PSOE) también ha criticado la elección de dos bancos privados para cobrar los tributos regionales. IU ha denunciado incluso múltiples irregularidades en el proceso de adjudicación del supercontrato.

En Cajamadrid, el malestar se hizo oficial cuando se reunió, el 26 de febrero, pasado, el consejo de administración: "Los consejeros ya votamos por unanimidad que la adjudicación al Santander/Central era injustificable en comparación con las trasferencias que hacia Cajamadrid a la Comunidad y enormemente dañosa en lo que se refería a los riesgos de movimientos en la base clientelar de Cajamadrid".

Según estos consejeros, el supercontrato adjudicado a dos bancos privados es una operación enormemente arriesgadada y peligrosa para la base clientelar de Cajamadrid. "Aquí no estamos tratando un problema de cuenta de resultados sino de riesgos a medio plazo. El Santander y el BCH pueden quitar clientes a Cajamadrid gracias al cobro de los tributos regionales. Y Cajamadrid debe reconducir esa situación. Todo el dinero que se transfiera a la administración regional debe contar a partir de ahora". Estos consejeros creen que el Gobierno regional ha perjudicado a Cajamadrid en los últimos meses: "No es solamente este contrato. Varias operaciones muy importantes financieras por los que hay peleas no se lo han dado a Cajamadrid por décimas, por unos cientos de miles de pesetas".

Cajamadrid es la segunda caja de ahorros de España, tiene 750 sucursales y 5.284.000 cuentas en la región. Sus activos superan los 4,5 billones de pesetas. Entre sus consejeros están varios concejales del PP y antiguos diputados regionales del PSOE y de IU.

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