Dos mineros mueren asfixiados en un pozo de Asturias

Dos mineros de la empresa estatal Hunosa, de Asturias, perdieron la vida en la mañana de ayer por asfixia, al quedarse sepultados por varias toneladas de carbón cuando trabajaban en el pozo Monsacro, situado en la localidad de Morcín, en el valle huIllero del Caudal y distante 11 kilómetros de Oviedo. Con ambas víctimas son cinco los trabajadores fallecidos desde principios de año en las minas del Principado. El año pasado perecieron en accidente en Asturias 30 mineros.,Los trabajadores fallecidos ayer son , el vigilante Juan José Velasco Álvarez, de 39 años, casado, padre de un hijo y vecino ...

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Dos mineros de la empresa estatal Hunosa, de Asturias, perdieron la vida en la mañana de ayer por asfixia, al quedarse sepultados por varias toneladas de carbón cuando trabajaban en el pozo Monsacro, situado en la localidad de Morcín, en el valle huIllero del Caudal y distante 11 kilómetros de Oviedo. Con ambas víctimas son cinco los trabajadores fallecidos desde principios de año en las minas del Principado. El año pasado perecieron en accidente en Asturias 30 mineros.,Los trabajadores fallecidos ayer son , el vigilante Juan José Velasco Álvarez, de 39 años, casado, padre de un hijo y vecino de Mieres, y el ayudante minero Andrés Hernández Núñez, de 28 años, casado, sin hijos, domiciliado en la localidad de Rioturbio. Ambos fueron rescatados ya cadáveres.

El suceso se produjo pasadas las nueve' de la mañana en un taller situado entre las plantas quinta y sexta, a más de cuatrocientos metros de profundidad, cuando los dos mineros realizaban una tarea denominada destrabado, muy cotidiana en los pozos hulleros, consistente en picar el carbón que no se precipita a la galería y que obstruye la salida del taller inclinado en el que se está realizando el arranque del mineral. Los dos trabajadores fueron succionados por el desprendimiento del carbón, por un efecto que en la mina se conoce como embudo, y, quedaron sepultados por el mineral. Uno de los compañeros que intervino en el rescate declaró que cuando llegaron al lugar de¡ siniestro ya nada pudieron hacer por salvar la vida de los accidentados: "Vi una mano asomando e iniciamos de inmediato la extracción de los cuerpos".

Los trabajadores del pozo interrumpieron la actividad y uno a uno pasaron por el botiquín, adonde habían sido trasladados los cadáveres, para rendir homenaje a sus compañeros fallecidos. El momento de mayor crispación se vivió cuando una de las viudas y varios familiares se personaron en el pozo Monsacro.

Seis meses después de la catástrofe del pozo San Nicolás, en el que perdieron la vida 14 mineros, el 31 de agosto, y al cabo de cuatro meses del siniestro del Candín, en el que fallecieron otros cuatro trabajadores el 13 de octubre, sigue abierta la investigación de ambos sucesos.

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