Bonsái presidencial busca jardín

El Botáníco de Madrid no podrá acoger los árboles de Felipe González cuando abandone La Moncloa

Las urnas han dictado el cambio de habitantes en el palacio de la Moncloa. Pero uno de los inquilinos más famosos de la residencia presidencial no sabe cuál será su nuevo destino: la colección de más de doscientos bonsáis de Felipe González. El mandatario se la ofreció, antes de las elecciones, al Jardín Botánico de Madrid. Sin embargo, la institución no puede acoger los arbolitos que el secretario general del PSOE ha cuidado. "Antes tenemos que construir un recinto para ubicarlos", explica la directora, María Teresa Tellería. Calcula que el proceso durará "un año como mínimo"."La verdad es qu...

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Las urnas han dictado el cambio de habitantes en el palacio de la Moncloa. Pero uno de los inquilinos más famosos de la residencia presidencial no sabe cuál será su nuevo destino: la colección de más de doscientos bonsáis de Felipe González. El mandatario se la ofreció, antes de las elecciones, al Jardín Botánico de Madrid. Sin embargo, la institución no puede acoger los arbolitos que el secretario general del PSOE ha cuidado. "Antes tenemos que construir un recinto para ubicarlos", explica la directora, María Teresa Tellería. Calcula que el proceso durará "un año como mínimo"."La verdad es que, de momento, nadie ha reparado en qué hacer con los bonsáís", confiesan en la Presidencia del Gobierno. Pero una cosa tienen clara: la colección completa no cabrá en el chalé que González ha construido en la zona de Somosaguas. Y ello, pese a tener parte del jardín dedicada a estos arbolitos de origen japonés, según la revista Tribuna.

González ofreció tiempo atrás donar sus bonsáis -todos o buena parte- al Jardín Botánico de Madrid. Después se puso en contacto con la directora de este recinto, creado por Carlos III, "Fue en octubre del año pasado. Él quería saber si nos interesaba la colección. Su deseo era ceder las plantas de más valor. Le dijimos que sí, pero siempre que pudiéramos cuidarlas", explica la responsable.

Y ¡ahí está el problema: el Botánico necesita acondicionar un espacio para exponer y mantener la colección presidencial. Como en palacio, en la Administración las cosas van despacio. De momento se está redactando el anteproyecto de la reforma. Luego, el proyecto. Tras él, la licitación de la obra. A continuación, el levantamiento de los pabellones... Un año como mínimo y siempre que se cuente con el presupuesto necesario, capítulo sobre el cual Tellería prefiere no hacer cálculos.

Los arbolitos se situarían en la parte alta del recinto, que quedó ajena a la restauración acabada en 1981. "Es un talud de unos 3.000 metros cuadrados junto a la valla de la calle de Alfonso XII", describe la directora. Está convencida de que la instalación de los bonsáis de González sería "un buen gancho" para el jardín, que el año pasado recibió 350.000 visitantes.

¿Qué hacer hasta que el Botánico, esté listo? "Doscientos veinte bonsáis no se meten en cualquíer lado, y nosotros no tenemos sitio para guardarlos ahora", reflexiona Tellería. En La Moncloa, donde trabaja un cuerpo de jardineros, tampoco dan respuesta. ¿Cuidará Aznar los bonsáis de González?

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