Aznar alardea ante 3.000 ancianos de encarnar el cambio generacional

José María Aznar tenía 25 años cuando empezó la transición democrática en España. Ayer apeló a ese hecho para presumir "con satisfacción", ante 3.000 ancianos que desbordaron un pequeño pabellón polideportivo municipal en el barrio madrileño de La Concepción, de encarnar "el cambio político y generacional" de los que no fueron protagonistas de la transición. Aznar aprovechó la elevada media de edad del auditorio -compuesto por jubilados y pensionistas- para refrescar su memoria y recordar que las prestaciones sociales no son un logro del PSOE sino de etapas más remotas que un telo nero, Oreste...

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José María Aznar tenía 25 años cuando empezó la transición democrática en España. Ayer apeló a ese hecho para presumir "con satisfacción", ante 3.000 ancianos que desbordaron un pequeño pabellón polideportivo municipal en el barrio madrileño de La Concepción, de encarnar "el cambio político y generacional" de los que no fueron protagonistas de la transición. Aznar aprovechó la elevada media de edad del auditorio -compuesto por jubilados y pensionistas- para refrescar su memoria y recordar que las prestaciones sociales no son un logro del PSOE sino de etapas más remotas que un telo nero, Orestes Serrano, presidente de una entidad de jubilados, atribuyó directamente al régimen franquista.El acto "sectorial" de ayer estaba preparado para que el candidato número dos por Madrid, Rodrigo Rato, departiese con 1.600 miembros de la denominada tercera edad. Un cuerpo electoral con siete millones de votantes en España. La irrupción de Aznar desbordó las previsiones y dejó a muchos invitados sin asiento, enfadados y en la calle, donde se instaló un sistema de megafonía para escucharle. En el interior, los electores más veteranos se decantaban por Aznar frente a Felipe González pese a reconocer, algunos, que el gobierno socialista había mejorado sus pensiones. Como Juan Pérez, de 69 años, cerrajero. Ahora cobra 100.000 pesetas y apoyará al PP en estas elecciones hasta Ver si subsana los errores, fundamentalmente de corrupción, cometidos por el PSOE.

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"El más injuriado"

Aznar percibe las incomodidades ambientales y coquetea sonrojado con las ancianas que le piropean. Luego tira de libreto y emite un discurso en el que remarca los diferentes estilos de campaña planteados por el PSOE y por su partido. Dice que "nadie ha recibido en España una catarata de injurias" como él. Atribuye "a los que se van a marchar" o "a los que saben que van a perder", es decir los socialistas, un "inmenso torrente" de descalificaciones contra el PP.

Reclama un último esfuerzo para lograr la "mayoría solidaria" que facilite un gobierno fuerte que acabe con la corrupción y el terrorismo y cree empleo. Y recalca una y mil veces que nadie tocará las pensiones o recortará prestaciones del estado de bienestar. El líder del PP apuntó varios ejemplos de mejoras conseguidas por los gobiernos de UCD para calificar de "elemental" que el PSOE llevase la asistencia sanitaria del 90% de la población que la disfrutaba en 1982 al 100% actual.

El candidato del PP retó a que se encontrase en España un sólo ayuntamiento o Comunidad gobernada por su partido en la que hayan bajado las prestaciones sociales. Y aquí se mofó del PSOE por bajar en intención de voto allí donde ejercen la oposición, cosa que para Aznar es "la caraba".

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