Se acaba el equilibrio

Socialistas y populares mantuvieron en 1993 un considerable equilibrio: sólo un 2% de votos en favor de los socialistas y reparto simétrico de los 20 escaños en liza. Eso se acaba y el desempate es muy favorable para el PP, que conquista un reducto más de los socialistas.Los datos del sondeo otorgan al PP una subida de casi ocho puntos en el conjunto de la comunidad, que pueden traducirse en una ventaja de entre cuatro y seis escaños.

Albacete y Ciudad Real son las dos circunscripciones que pueden cimentar la ventaja de los populares, donde un escaño en cada provincia puede cambiar de m...

Socialistas y populares mantuvieron en 1993 un considerable equilibrio: sólo un 2% de votos en favor de los socialistas y reparto simétrico de los 20 escaños en liza. Eso se acaba y el desempate es muy favorable para el PP, que conquista un reducto más de los socialistas.Los datos del sondeo otorgan al PP una subida de casi ocho puntos en el conjunto de la comunidad, que pueden traducirse en una ventaja de entre cuatro y seis escaños.

Albacete y Ciudad Real son las dos circunscripciones que pueden cimentar la ventaja de los populares, donde un escaño en cada provincia puede cambiar de manos. Además, en Toledo los datos del sondeo señalan ya el cambio definitivo de un diputado a favor del PP.

Cuenca y Guadalajara, pese al incremento del voto para el PP, no variarán su representación parlamentaria ya que cuentan con tres escaños cada una y sería necesario que una formación política arrasase a su inmediata seguidora para copar los tres diputados en liza.

Lo mismo que en Castilla y León, socialistas y populares acaparan en exclusiva los veinte escaños de las cinco provincias.

Izquierda Unida no tiene la menor posibilidad de conseguir algún diputado, aunque mejore sus resultados de 1993: 26 puntos le separan del PSOE y nada menos que 40 del PP.