El PP cuenta con el general Galindo para un cargo contraterrorista

El Partido Popular cuenta con el general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo para un cargo de responsabilidad en el área antiterrorista del Ministerio del Interior, según fuentes de la dirección del partido. Sólo si el general es procesado por la justicia en las próximas semanas, el PP se abstendría de proponerle para el cargo, aún no definido por la cúpula del partido. El nombre de Rodríguez Galindo ha sido citado en numerosas ocasiones en relación con casos de guerra sucia contra ETA.Dos miembros de la ejecutiva del PP han asegurado a este periódico que, si él acepta, el general es...

El Partido Popular cuenta con el general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo para un cargo de responsabilidad en el área antiterrorista del Ministerio del Interior, según fuentes de la dirección del partido. Sólo si el general es procesado por la justicia en las próximas semanas, el PP se abstendría de proponerle para el cargo, aún no definido por la cúpula del partido. El nombre de Rodríguez Galindo ha sido citado en numerosas ocasiones en relación con casos de guerra sucia contra ETA.Dos miembros de la ejecutiva del PP han asegurado a este periódico que, si él acepta, el general estará en un puesto destacado, "aunque no sea en alguno de los de máxima responsabilidad", en palabras de uno de esos dirigentes. Rodríguez Galindo, según las fuentes informantes, es uno de los mandos de las fuerzas de seguridad "con mayor experiencia, conocimientos e información" del fenómeno de ETA, por lo que un Gobierno del PP intentará que el general aporte datos que puedan servir para concretar las líneas antiterroristas.

A la pregunta de si el PP no teme ser duramente criticado, sobre todo en el País Vasco, si coloca en un cargo destacado a Galindo, las fuentes consultadas han señalado que, por encima de ese temor, se considerará "la aportación" que algunos mandos de la policía o la Guardia Civil pueden hacer a la estrategia antiterrorista. Al respecto, recordaron que ha sido el Gobierno socialista el que, en plena polémica sobre la trayectoria de Rodríguez Galindo, optó el año pasado por ascenderle a general para luego tenerlo aparcado en un destino con muy escasa proyección, concretamente el de asesor en la Dirección General de la Guardia Civil.'Vox pópuli'

Precisamente la polémica relacionada con su ascenso originó críticas contra Rodríguez Galindo incluso desde el seno del PP. Así, el secretario general del partido, Francisco Alvarez Cascos, declaró el 28 de septiembre del año pasado: "Todo el mundo dice, es vox pópuli, que Rodríguez Galindo tiene grabados a todos los ministros del Interior", razón por la cual, añadía, el Gobierno socialista se estaba viendo obligado a ascenderlo a general.

A lo largo de los últimos meses, el nombre de Rodríguez Galindo figura en varios sumarios judiciales por su presunta implicación en casos de guerra sucia.

Los sumarios en los que figura Galindo con peligro de que surjan imputaciones contra él son los relacionados con las muertes de los presuntos etarras Lasa y Zabala, en 1983, y de Mikel Zabaltza, en 1985. Los dos primeros fueron supuestamente asesinados tras ser secuestrados por miembros de las fuerzas de seguridad. Zabaltza fue detenido por guardias civiles y, 20 días después, su cuerpo sin vida fue hallado en aguas del río Bidasoa. Según la versión oficial, se ahogó al intentar huir; según versiones periodísticas, falleció por los malos tratos de que fue objeto.En ambos sucesos han sido citados como supuestos responsables guardias civiles destinados en el cuartel de la Guardia Civil de Intxuaurrondo, a cuyo mando estuvo Rodríguez Galindo desde 1983 hasta el año pasado.

En relación con el caso Lasa-Zabala -sus cuerpos aparecieron el año pasado en Alicante-, Rodríguez Galindo no ha sido llamado a declarar, pero no se descarta que lo sea en los próximos días por el juez Baltasar Garzón. Con respecto a Zabaltza, Rodríguez Galindo fue interrogado el pasado día 12 en un juzgado de San Sebastián. Ese día, el general se limitó a decir que no conocía la composición de las unidades de élite antiterroristas con base en Intxaurrondo en 1985.