Cataluña sufre el mayor terremoto en 30 años

Un terremoto de magnitud 5 en la escala de Richter, con epicentro cerca de Perpiñán, despertó ayer a miles de personas en un gran círculo que abarcó desde la mitad de Francia hasta Zaragoza. A las 2.45 de la madrugada, una sacudida breve pero contundente movió suelos, lámparas y vajillas. Fue el mayor terremoto ocurrido en Cataluña en los últimos 30 años. En las comarcas de Girona, muchas personas, asustadas, bajaron a la calle por temor a que pudiera repetirse. Pero no se produjeron daños importantes, ni personales ni materiales.

Únicamente en las poblaciones francesas más próximas...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Un terremoto de magnitud 5 en la escala de Richter, con epicentro cerca de Perpiñán, despertó ayer a miles de personas en un gran círculo que abarcó desde la mitad de Francia hasta Zaragoza. A las 2.45 de la madrugada, una sacudida breve pero contundente movió suelos, lámparas y vajillas. Fue el mayor terremoto ocurrido en Cataluña en los últimos 30 años. En las comarcas de Girona, muchas personas, asustadas, bajaron a la calle por temor a que pudiera repetirse. Pero no se produjeron daños importantes, ni personales ni materiales.

Únicamente en las poblaciones francesas más próximas al epicentro se abrieron algunas grietas en edificios antiguos. El epicentro se situó exactamente en Sant Pau de Ferlouillet, una pequeña población situada a 40 kilómetros de la frontera con España y a 30 de la ciudad francesa de Perpiñán.El terremoto tuvo una magnitud de 5 grados en la escala de Richter. "De repente, se paró la tramontana y el suelo empezó a moverse". Así relataba un joven de Perpiñán, que celebraba la noche del sábado en la calle con un grupo de amigos, el momento en que se produjo la sacudida. La intensidad del seísmo fue disminuyendo proporcionalmente a la distancia del epicentro.

La sacudida duró apenas unos segundos, pero fue suficiente para que miles de personas la notaran. Inmediatamente después, las centralitas de los servicios de bomberos se saturaron. El alud (le llamadas correspondía únicamente a personas angustiadas ante la posibilidad de que se repitiera el terremoto y que preguntaban qué debían hacer si eso ocurría.

Una grieta en la pared

No hubo Ramadas de petición de ayuda salvo casos muy aislados. Dos mujeres jóvenes de Queixans, situada entre Alp y Puigcerdà, en la Cerdanya catalana, llamaron a los bomberos para que fueran a examinar una grieta que había aparecido tras el terremoto en una pared de su casa.Los bomberos indicaron que la grieta no amenazaba el edificio, pero las mujeres, asustadas, pidieron ser alojadas en un hotel de Puigcerdà, informa Marta Costa-Pau.Es el único caso de daños del que ayer se tenía noticia. Pero el susto fue de órdago en muchas poblaciones. Y ayer el terremoto era el principal motivo de comentano en la calle. En la ciudad de Barcelona, la cuestión estaba en, si los interlocutores lo habían notado o no, porque, a pesar de que la sacudida fue fuerte hubo quien no se enteró.

Como ocurre habitualmente tras una sacudida importante, en las horas posteriores al terremoto se produjeron sucesivas réplicas, de magnitud inferior.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En esta cuestión no coinciden los datos de los distintos organismos competentes en la medición de terremotos. Así, mientras que el Instituto Cartográfico de Cataluña indicaba que hasta las doce del mediodía de ayer se habían producido 12 réplicas de magnitud superior a 3,5, el Instituto Geográfico Nacional, dependiente del Ministerio de Obras Públicas, indicaba que se habían producido siete.

Archivado En