FUTBOL: 27ª JORNADA DE LIGA

El Atlético refuerza su crérdito

Kiko y Penev ponen fin a 16 meses de imbatibilidad del Espanyol en Sarrià

El Atlético reforzó su crédito el día que más amenazaba la tormenta. Azuzado por el balance de la batalla de Oviedo, con el Barcelona anunciando un acoso ya agónico pese a la ventaja que todavía conservaba el líder, el Atlético redobló su el caracter autoritario con el que había venido manejando la Liga hasta que cayó la pasada semana ante el Sevilla. Lo hizo además en un campo donde nadie perdía desde hacía 16 meses y tres días, y ante un rival, el Espanyol, que amagaba también con meterse en la lucha por el título.El Atlético le dio la vuelta al calcetín. Adoptó durante media hora la forma d...

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El Atlético reforzó su crédito el día que más amenazaba la tormenta. Azuzado por el balance de la batalla de Oviedo, con el Barcelona anunciando un acoso ya agónico pese a la ventaja que todavía conservaba el líder, el Atlético redobló su el caracter autoritario con el que había venido manejando la Liga hasta que cayó la pasada semana ante el Sevilla. Lo hizo además en un campo donde nadie perdía desde hacía 16 meses y tres días, y ante un rival, el Espanyol, que amagaba también con meterse en la lucha por el título.El Atlético le dio la vuelta al calcetín. Adoptó durante media hora la forma de un puño. Apenas salió de los 25 metros de su zona defensiva. Le bastó que Pantic y Vizcaíno templaran el ritmo de juego durante una docena de minutos para transformar el puñó en un punzón. Forzó un par de faltas y cuatro saques de esquina que desquiciaron a la defensa del Espanyol. Fue una cuestión de dureza mental.

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El Atlético había asistido impertérrito a las correrías de Lardín y no había bajado la cabeza por la forma machacona en que el Espanyol le privó del balón durante media hora. Fue un ejercicio de puro masoquismo. En otros tiempos, algún cacique del área atlético hubiera enviado el cuero por encima de la grada, a la calle. Ayer, Solozábal, Pantic y compañía insistieron en trazar caminos que el Espanyol les tuvo vedados durante un larguísimo intervalo. Cuando los pulmones de los jugadores del Espanyol empezaron a resentirse, el Atlético se desplegó por terrenos vírgenes hasta entonces. La presión rojiblanca provocó varias jugadas a balón parado. El Atlético acumuló, en los saques de esquina, hasta seis hombres en el primer palo. El mejunje acabó haciendo perder los nervios a la defensa del Espanyol. Y fue en el último de los saques de esquina que lanzó el Atlético en la primera parte cuando Toni cometió el error de calcular mal su salida y la defensa blanquiazul. no acertó en el marcaje a Kiko que se elevó con comodidad y anotó un gol que no se había olido hasta entonces.

Se desactivaron unos a otros durante casi todo el primer tiempo. La presión del Espanyol alcanzó magnitudes desmedidas. No había balón que pudiera ser jugado con metros por delante ni, por la defensa ni por el centro del campo del Atlético. Francisco y Brnovic taparon a Simeone y a Pantic, y Caminero basculó sin fortuna de derecha a izquierda. Pero hubo en la presión del Espanyol algo de renuncia del Atlético. Sus laterales apenas se incorporaron siquiera a los apoyos del centro del campo y Santi y, Solozábal se dieron por satisfechos con cuidar de Urzaiz.

La defensa atlética sólo subió líneas para hacer. caer de forma reiterada en el fuera de juego a los blanquiazules."Pese a qué Camacho buscó mayor velocidad con Javi y el rumano Raduciou, el equipo de Radomir Antic mantuvo su jerarquía sobre el campo con comodidad. Un segundo gol bajó la persiana al choque y revistió el liderato del conjunto rojiblanco.

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