El Bundesbank teme que el déficit público supere de nuevo el 3% del PIB en 1996

El Bundesbank decidió ayer mantener invariables los tipos de interés en espera de que se confirme que la expansión del dinero en circulación -variable que indica la evolución de la inflación- está bajo control. Y ello a pesar de que en su último informe mensual el banco central confirma una desaceleración del crecimiento en el cuarto trimestre del año. El Bundesbank anima al Gobierno de Bonn a profundizar en la consolidación fiscal y vaticina que el déficit público sobrepasará de nuevo este año el 3% del PIB que exige Maastricht.

El banco central alemán decidió ayer mantener invariables...

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El Bundesbank decidió ayer mantener invariables los tipos de interés en espera de que se confirme que la expansión del dinero en circulación -variable que indica la evolución de la inflación- está bajo control. Y ello a pesar de que en su último informe mensual el banco central confirma una desaceleración del crecimiento en el cuarto trimestre del año. El Bundesbank anima al Gobierno de Bonn a profundizar en la consolidación fiscal y vaticina que el déficit público sobrepasará de nuevo este año el 3% del PIB que exige Maastricht.

El banco central alemán decidió ayer mantener invariables sus tipos de interés en las próximas dos semanas -su tasa de intervencion (repo) queda en el 3,30%- para evitar que un recorte obligado del precio del dinero mine la confianza de los inversores en la lucha anti-inflacionista de la institución y presione al alza los tipos de interés a largo plazo. Desde la última rebaja que efectuó el Bundesbank el pasado 14 de diciembre han llovido los datos negativos, en especial el desempleo, que en enero sobrepasó los cuatro millones de personas por primera vez desde la II Guerra Mundial. Los partidos políticos y los sindicatos han aumentado la presión sobre la autoridad monetaria para que bajara los tipos de interés.Los expertos del banco central advirtieron al Gobierno de Bonn que la desaceleración del crecimiento dificultará la reducción del déficit público. La causa principal será la menor recaudación de ingresos fiscales que supone la caída de la actividad económica y el aumento de los gastos sociales derivados de la crisis del empleo. En los últimos días varios de los principales institutos de Alemania han dado a conocer sus pesismistas predicciones para el primer trimestre del año.

La mayoría espera un crecimiento negativo de entre -0,5% y -1 % y, para todo el año, calculan que el PIB crecerá por debajo del 1,5%. En el informe del Bundesbank se advierte de la probabilidad de que Alemania, el país que debe liderar el proceso de unión monetaria, sobrepase, por segundo año consecutivo, el máximo del 3% del PIB fijado en el Tratado Maastricht. En 1995 este desequilibrio quedó en el 3,6%. La autoridad monetaria recomienda al Gobierno que intensifique sus esfuerzos para reducir el déficit publico.

Esta semana el presidente de esta institución, Hans Tietmeyer, admitió que el calendario de la unión monetaria -1 de enero de 1999- podría retrasarse si se confirman las dificultades de los principales socios para cumplir los objetivos. En su opinión, el aplazamiento es preferible a un "descarrilamiento del proyecto", fruto de una interpretación más flexible de los criterios.

Mientras en Francia, el expresidente Valéry Giscard D'Estaing insistió ayer, ante la Asamblea Nacional, en la necesidad de relajar las condiciones de entrada y calificó de "integristas" y "doctrinarios" a quienes sitúan tan alto el listón que nadie puede alcanzarlo.

Francia, cuyo crecimiento económico no superará el 1% este año, según las estimaciones más pesimistas, cerró 1995 con un deficit público del 5% del PIB. Los expertos vaticinan que tendrá serias dificultades para reducirlo al 3% del PIB a tiempo, es decir, para la fecha del examen, en el verano de 1998. Giscard, que reconoce que no hay alternativa a la moneda común, instó a los líderes políticos europeos a dar prioridad en sus debates a la lucha contra el paro antes que al proyecto de unión monetaria. El ex presidente se mostró contrario a incluir el paro entre las exigencias de Maastricht.

Leal defiende la UEM

En Madrid, José Luis Leal, presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), hizo una defensa ardiente del proyecto de unión monetaria y criticó a quienes, como el ex ministro Miguel Boyer, abogan ahora por quedarse fuera de la misma para utilizar el tipo de cambio en épocas de crisis. Para Leal una moneda única permite realizar las adaptaciones que sean precisas "de manera ordenada". "El otro camino, el de la fluctuación de las monedas, equivale a dejar el ajuste individual de cada país a los mercados", añadió. En su opinión, si la peseta queda fuera del núcleo inicial, ésta será atacada y España tendrá que pagar un alto diferencial para colocar sus pasivos en el exterior.Pese a los malos augurios que se ciernen sobre Alemania, el informe del Bundesbank ve razones para el optimismo. Los tipos de interés a largo plazo están en el nivel más bajo de los últimos 18 años. El tipo de cambio del marco alemán se ha corregido a la baja. El banco central confía también en que el repunte de la actividad en los principales socios de Alemania reanime las exportaciones.

Mientras, las negociaciones entre empresarios y sindicatos para aplicar medidas de creación de empleo, en línea con el pacto por el empleo firmado con el Gobierno, están resultando más difíciles de lo previsto. Ayer, en la tercera ronda de negociaciones del sector del metal, las dos partes fueron incapaces de ponerse de acuerdo sobre la sustitución de las horas extras por creación de nuevos puestos de trabajo. La propuesta del poderoso sindicato IG Metall, de congelar los salarios (subidas iguales a la inflación) en los próximos dos años a cambio de 300.000 empleos tampoco ha progresado.

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