Los jueces consideran "cínicas9 y al borde del "desacato" las críticas de González

Felipe González cosechó ayer un aluvión de críticas jurídicas y políticas por sus manifestaciones contra la actuación de los jueces, en particular contra el instructor del caso GAL en el Tribunal Supremo, Eduardo Móner. Sus quejas por el hecho de que su ex ministro y compañero de candidatura José Barrionuevo haya sido procesado en pleno periodo electoral han sido consideradas "cínicas", "muy lamentables" y al borde del "desacato" por las distintas asociaciones judiciales. Todas ellas coincidieron en que, con sus comentarios, el jefe del Ejecutivo ha perpetrado un grave ataque a la independenci...

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Felipe González cosechó ayer un aluvión de críticas jurídicas y políticas por sus manifestaciones contra la actuación de los jueces, en particular contra el instructor del caso GAL en el Tribunal Supremo, Eduardo Móner. Sus quejas por el hecho de que su ex ministro y compañero de candidatura José Barrionuevo haya sido procesado en pleno periodo electoral han sido consideradas "cínicas", "muy lamentables" y al borde del "desacato" por las distintas asociaciones judiciales. Todas ellas coincidieron en que, con sus comentarios, el jefe del Ejecutivo ha perpetrado un grave ataque a la independencia judicial.

El presidente de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), Ramón Rodríguez Arribas, afirmó que "el presidente del Gobierno roza el desacato con esa imputación gratuita sobre la intencionalidad del juez Móner a la hora de realizar una actividad jurisdiccional". El portavoz de esta misma asociación, Ángel Calderón, dijo que estas manifestaciones son "profundamente irrespetuosas para el más alto tribunal de la nación" y ponen en tela de juicio la honorabilidad del instructor, al sugerir que procesó a Barrionuevo "no para cumplir con su obligación, sino para interferir e intervenir de alguna manera en el proceso electoral", lo que podría interpretarse como prevaricación.La portavoz de la Asociación Francisco de Vitoria (AFV), María Tardón, calificó de "manifiesto ejercicio de cinismo" las afirmaciones de González, habida cuenta de que siempre ha expresado su respeto a la independencia de los jueces.

La magistrada consideró las palabras del jefe del Ejecutivo "un modo de tirar la piedra y esconder la mano, porque, si realmente tiene algo que decir, y él tiene algún fundamento para decir alguna cosa, que lo diga. Pero que lo diga como se dicen estas cosas, no lanzando especies genéricas y abstractas contra una persona".

Estas dos asociaciones consideran que el Supremo no debe paralizarse por un proceso electoral, ya que, en palabras de María Tardón, "la justicia es ciega, y debe ser así para ser justa".

En la misma línea se expresó Arturo Beltrán, de la Unión Judicial Independiente, quien considera que González no está en condiciones de hablar de la independencia de la justicia, cuando "ha hecho todo lo posible para disminuirla. A su juicio, el Supremo ha actuado con independencia y no existe ninguna regla según la cual este tribunal debería haber paralizado su actividad durante el proceso electoral. "Pero es lógico que la saque a colación quien cree que su voluntad es ley", agregó.

El juez de la Audiencia Provincial de Madrid y ex diputado del PSOE Joaquín Navarro, afirmó que las declaraciones del presidente "son una acusación frontal contra el juez Móner, una intromisión en el ámbito judicial de manera clara, directa y contundente" y "una insinuación de prevaricación".

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