Protestas por la informatización de los datos de los enfermos alemanes

La entrada en vigor de una nueva normativa, que obliga a los médicos a pasar a las cajas de seguridad social los datos de sus pacientes para ser elaborados en ordenadores ha desencadenado una fuerte reacción en Alemania, donde se teme llegar a lo que se llama ya el enfermo transparente.La Asociación Alemana de Maricas (es la traducción literal de su nombre) ha puesto el grito en el cielo antela puesta en marcha del llamado ICD 10. Este término responde a las siglas en inglés del Código Internacional de enfermedades en su versión décima.

El ministerio federal de Salud exige que, h...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La entrada en vigor de una nueva normativa, que obliga a los médicos a pasar a las cajas de seguridad social los datos de sus pacientes para ser elaborados en ordenadores ha desencadenado una fuerte reacción en Alemania, donde se teme llegar a lo que se llama ya el enfermo transparente.La Asociación Alemana de Maricas (es la traducción literal de su nombre) ha puesto el grito en el cielo antela puesta en marcha del llamado ICD 10. Este término responde a las siglas en inglés del Código Internacional de enfermedades en su versión décima.

El ministerio federal de Salud exige que, hasta mediados de este año, los médicos del seguro presenten sus liquidaciones con arreglo a este modelo cibernético. Los médicos que no se ajusten al ICD 10 se quedarán sin cobrar sus honorarios. Según una ley de 1993, a partir de este año los 110.000 médicos del seguro alemanes están obligados a presentar sus diagnósticos de forma que los pueda leer un ordenador, con arreglo a unos criterios establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las organizaciones de homosexuales han denunciado que entre los datos que se pretenden almacenar figuran los relativos a las inclinaciones sexuales del paciente. Denuncian los homosexuales que esto equivale a elaborar de nuevo las tristemente célebres listas rosas, que en el Tercer Reich llevaron a muchos de ellos a los campos de concentración y exterminio nazis.

El 'Gran Hermano'

No sólo los homosexuales se sienten afectados. Cualquier ciudadano corre el riesgo de que se almacene su curriculum vitae como enfermo en cualquier fichero del seguro de enfermedad, al que puede acceder cualquier pirata informático o empleado sin escrúpulos. En un editorial de un periódico se denunciaba ayer que el sistema previsto "se encuentra al acecho el gran hermano de Orwell y, una vez almacenados todos los datos de los enfermos, quedan a merced del acceso de cualquiera sin derecho a ello. Sobre todo en estos tiempos de conexiones entre las redes cibernéticas".Los políticos se han hecho eco de esta denuncia. Los liberales (FDP), miembros de la coalición que gobierna en Bonn, reclaman al ministro de Salud, el socialcristiano de Baviera Horst Seehofer (CSU), que se prorrogue el periodo transitorio a dos años antes de entrar en vigor la obligación de registrar los datos de los enfermos.

Los Verdes han anunciado el envío de un proyecto de ley que prohíba la obligación de codificar y almacenar los datos de los pacientes. Según la diputada de Los Verdes Marina Steindor, no deben tener cabida entre los datos almacenados "valoraciones denigrantes sobre carácter, sexualidad o estilo de vida, tales como conducta opositora rebelde, crisis de madurez sexual o problemas relacionados con el estilo de vida".

Archivado En