El presidente del SPD alemán dice que el calendario para la Unión Monetaria no es lo prioritario

No pasa un día en Alemania sin nuevas aportaciones a la polémica sobre la Unión Monetaria Europea. Tras un fuerte rifirrafe días pasados en las, por lo general prietas filas de los socialcristianos bávaros (CSU), ayer el presidente socialdemócrata Oskar Lafontaine (SPD) repitió sus objeciones a la entrada en vigor en la fecha prevista de la unión monetaria. Según Lafontaine, lo importante no es cumplir el calendario previsto en Maastricht y con firmado en la cumbre de Madrid, sino asegurar el crecimiento económico y el empleo en toda Europa.Varios factores provocan la polémica sobre la Unión M...

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No pasa un día en Alemania sin nuevas aportaciones a la polémica sobre la Unión Monetaria Europea. Tras un fuerte rifirrafe días pasados en las, por lo general prietas filas de los socialcristianos bávaros (CSU), ayer el presidente socialdemócrata Oskar Lafontaine (SPD) repitió sus objeciones a la entrada en vigor en la fecha prevista de la unión monetaria. Según Lafontaine, lo importante no es cumplir el calendario previsto en Maastricht y con firmado en la cumbre de Madrid, sino asegurar el crecimiento económico y el empleo en toda Europa.Varios factores provocan la polémica sobre la Unión Monetaria en Alemania. La proximidad de elecciones en tres estados federados el 24 de marzo, en lo que se califica ya de minielección federal; la ducha fría que supuso constatar que Alemania no cumple uno de los criterios de convergencia de Maastricht al rebasar con un déficit del 3,6% del producto interior bruto (PIB),el tope exigido del 3% y la inquietud por el deterioro de la situación económica con una economía estancada y un fuerte incremento de las cifras de parados aceleran las disputas.

Ante este panorama, la oposición parece como si, hubiera olido sangre y otea la posibilidad: de hacer daño al Gobierno. El SPD consciente de las preocupaciones del hombre de la calle y del rechazo a la futura moneda europea de un 69% de los alemanes, no cesa de lanzar mensajes más o menos subliminales contra los plazos fijados en Maastricht. En esta línea se mueve Lafontaine (SPD). En una clausura con los socialdemócratas de Baviera, Lafontaine se pronunció por no convertir el calendario para la unión monetaria en un fin en sí mismo.

Según Lafontaine, se deben atender antes a los objetivos de lograr el crecimiento y mejorar la situación del empleo. Aprovechó la ocasión el dirigente socialdemócrata para lanzar su afilada lengua contra el ministro federal de Hacienda, el socialcristiano bávaro Theo Waigel (CSU), a quien acuso de "haberse llenado demasiado el hocico" para luego no haber logrado cumplir con los objetivos del déficit público.

La difícil situación fiscal, con agujeros en el presupuesto por todas partes, ha provocado también un enfrentamiento entre los socios de la coalición que gobierna en Bonn, liberales (FIJP), y democristianos (CDU/CSU). Los liberales (FDP) intentan presentarse al electorado como el partido dispuesto a bajar la presión fiscal y exigen que se anuncie ya -la retirada- del impuesto complementario de solidaridad, creado. para. financiar la reconstrucción del Este de Alemania. A Waigel (CSU) no le salen las cuentas y declara que de ninguna manera se podrán reducir por ahora los impuestos. En este tira y afloja entre liberales (FDP) y democristianos (CDU/CSU) se especula incluso ya con la posibilidad de una ruptura de la coalición de gobierno.

Mientras, el número de los euroescépticos aumenta en Alemania, donde más de uno teme que sea peor el remedio que la enfremedad., Muchos temen ya que con los criterios de Maastricht y la Unión Monetaria pueda llegar a cumplirse aquello de que "la operación ha sido un éxito, pero el paciente se murió".

Por otra parte, el Bundesbank decidió ayer reducir del 3,73% al 3,65% el tipo de interés para su próxima subasta e créditos con que inyecta semanalmente liquidez; en el sistema bancario alemán, informa Efe. El abaratamiento de los créditos a corto plazo pon compromiso de recompra (repos) fue recibido con satisfacción en la Bolsa de Francfort. Mientras, el dólar continuó ayer apreciándose frente a las principales divisas.

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