El Estado propuso a BBV y la Caixa formar un 'núcleo duro' en el capital de Repsol

El accionista público de Repsol, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) promovió contactos con varias instituciones financieras, entre las cuales se cuentan el BBV y la Caixa, para formar un núcleo accionarial estable o de control en el grupo petroquímico, según informaron fuentes autorizadas. Los intentos de conformar un núcleo duro sobre la base de accionistas financieros ya presentes en el capital del grupo son previos a la definición del nuevo esquema de privatización de Repsol. Ayer comenzó la colocación en el mercado del 11% del capital público.

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El accionista público de Repsol, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) promovió contactos con varias instituciones financieras, entre las cuales se cuentan el BBV y la Caixa, para formar un núcleo accionarial estable o de control en el grupo petroquímico, según informaron fuentes autorizadas. Los intentos de conformar un núcleo duro sobre la base de accionistas financieros ya presentes en el capital del grupo son previos a la definición del nuevo esquema de privatización de Repsol. Ayer comenzó la colocación en el mercado del 11% del capital público.

La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), accionista público de Repsol, y otros negociadores del Gobierno, sondearon la posibilidad de que el BBV y la Caixa aumentaran de forma significativa su participación en el grupo petroquímico como una fórmula para configurar en Repsol un grupo accionarial significativo o de control que algunos sectores del Gobierno consideran necesario ante la disminución acelerada de la participación, pública. El BBV tiene el 4,2% del capital de Repsol y la Caixa posee el 25% del capital de Gas Natural, participada a su vez por Enagás, del grupo Repsol.Las propuestas para que BBV o la Caixa aumentaran su participación son previas a la definición de la privatización del 11% de Repsol en dos grandes tramos, institucional y minoritario. Como se recordará, la propuesta inicial de la SEPI fue privatizar el 7% y en una operación dedicada exclusivamente a los inversores institucionales.

En ambos casos, las propuestas no han llegado a concretarse "quizá por falta de definición sobre qué papel desempeñaría el adquirente en la gestión después de las próximas elecciones", según fuentes de la Administración. En el caso de la Caixa, la oferta era intercambiar el 25% de participación en Gas Natural por un paquete accionarial en Repsol. La entidad catalana planteó, según las fuentes consultadas, adquirir una participación en Repsol manteniendo la actual en la compañía gasista; la contraoferta no fue aceptada.

Según otras versiones complementarias, los acercamientos entre el accionista público y las entidades financieras son "simplemente ideas, sondeos que pueden resultar útiles en el futuro". Fuentes de Repsol explicaron que no hay urgencia en formar supuestos núcleos duros, "porque en Repsol hay un consejo que controla perfectamente la sociedad y los cambios que se deriven de las privatizaciones están previstos en las leyes, incluido el Decreto que desarrolla la Ley de Enajenaciones de determinados activos públicos". El Decreto que establece los controles que se reserva el Estado en el caso de Repsol será publicado en el BOE probablemente mañana lunes.

La OPV, en marcha

Repsol puso ayer en marcha la colocación del 11% de su capital con el inicio de la campaña publicitaria de la OPV (Oferta Pública de Venta). Las características conocidas de la operación (gráfico adjunto), de las que la compañía ha destacado la "flexibilidad entre los tramos", coinciden básicamente con las condiciones fijadas en la privatización anterior, de abril de 1995, en la cual se puso a la venta el 19% del capital en manos del Estado.Según los datos conocidos por EL PAÍS, las primeras encuestas muestran que la demanda de títulos "superará ampliamente la oferta". Como en privatizaciones anteriores, en esta OPV se anuncia un prorrateo durísimo y prácticamente limitado a quienes realicen las órdenes en el periodo de mandato (17 al 29 de febrero).

La venta del 11% del capital dejará al Estado con el 10% de participación en Repsol, un límite que "el Gobierno en ningún caso quería reducir". Los ingresos obtenidos por la OPV superarán los 125.000 millones.

Casi 600.000 millones

Repsol se ha revelado como una fuente poderosa de liquidez para el Estado. Las sucesivas privatizaciones realizadas, que comenzaron en 1989, han aportado a las arcas públicas en torno a 580.000 millones de pesetas; y esta cifra llegará a los 700.000 millones si se completa con éxito la OPV en marcha.Los analistas financieros han emitido valoraciones favorables de la operación a la que adjudican, en principio, pocas dificultades. La gran ventaja de esta OPV radica, según fuentes financieras, en que "es la primera gran colocación que se va a ejecutar este año en Europa, cuando las carteras todavía no están saturadas".

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