LOS NUEVOS RETOS DE LA COOPERACIÓN

De las minas, ni palabra

68 países están sembrados de minas antipersonales. 26.000 muertes al año, mutilaciones, transportes y cultivos imposibilitados, el tejido entero de una sociedad roto y amenazado. Un problema humanitario de primera magnitud mundial.Sin embargo, la Declaración de Madrid ni lo menciona, pese a que fuentes de la UE, organizadora de la cumbre, confirmaron que entre los participantes se había producido debate sobre el tema, y no precisamente pequeño, que el silencio del documento se debe a la oposición frontal de Brian Atwood, administrador de USAID, el organismo estadounidense de ayuda, quien en la...

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68 países están sembrados de minas antipersonales. 26.000 muertes al año, mutilaciones, transportes y cultivos imposibilitados, el tejido entero de una sociedad roto y amenazado. Un problema humanitario de primera magnitud mundial.Sin embargo, la Declaración de Madrid ni lo menciona, pese a que fuentes de la UE, organizadora de la cumbre, confirmaron que entre los participantes se había producido debate sobre el tema, y no precisamente pequeño, que el silencio del documento se debe a la oposición frontal de Brian Atwood, administrador de USAID, el organismo estadounidense de ayuda, quien en la conferencia de prensa no aludió al tema, aunque evocó el Guernica de Picasso.

Peter Hansen, responsable de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, a preguntas de este periódico aborda el problema con retórica diplomática pero significativa. "No hay discrepancias sobre este tema entre los participantes en la cumbre", dice, "pero no hemos podido llegar a un acuerdo. Los firmantes somos un grupo heterogéneo, hay entre nosotros representantes gubernamentales, existen negociaciones en curso... Los gobiernos aún no han seguido a sus opiniones públicas, que quieren un acuerdo contra las minas".

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"Todos los presentes en la cumbre", concluye Hansen, "se llevan la impresión de que no sólo hay que quitar las minas, sino prohibir su fabricación. Las minas, matan a miles de personas y la ayuda humanitaria no funciona bien por su culpa. Son un escándalo".

En resumen, el grupo heterogéneo se lleva una impresión antiminas, pero esa impresión no imprime ni palabra en la Declaración de Madrid.

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