RELIGIÓN

Iglesia y Estado ven la enseñanza como único escollo en sus relaciones

La regulación de la enseñanza de la religión, y en menor grado la signación tributaria, son los únicos escollos en unas relaciones Iglesia Católica-Estado "fluidas y cordiales", manifestaron ayer la secretaria de Estado de Justicia, María Teresa Fernández de la Vega, y el secretario general de la Conferencia Episcopal, José Sánchez, al acabar la segunda reunión anual mixta que estudió áreas referentes a Justicia, Hacienda, Asuntos Sociales, Cultura, Educación y Ciencia, Sanidad y Trabajo, y Seguridad Social.En cuanto a la enseñanza, Fernández de la Vega indicó que le gustaría que "se encontras...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La regulación de la enseñanza de la religión, y en menor grado la signación tributaria, son los únicos escollos en unas relaciones Iglesia Católica-Estado "fluidas y cordiales", manifestaron ayer la secretaria de Estado de Justicia, María Teresa Fernández de la Vega, y el secretario general de la Conferencia Episcopal, José Sánchez, al acabar la segunda reunión anual mixta que estudió áreas referentes a Justicia, Hacienda, Asuntos Sociales, Cultura, Educación y Ciencia, Sanidad y Trabajo, y Seguridad Social.En cuanto a la enseñanza, Fernández de la Vega indicó que le gustaría que "se encontrase solución sin recurrir a los tribunales, pero en democracia tampoco pasa nada por fijar los límites en los tribunales". Por su parte, Sánchez reconoció que "en este tema tuvimos problemas con Gobiernos anteriores y seguramente los tendremos con cualquiera, porque nuestras expectativas no coinciden con lo que se nos ofrece". Ambas partes declararon no obstante que, aun después de que se produzca el fallo de los tribunales sobre la enseñanza religiosa, seguirán negociando. "Son dos instituciones condenadas a entenderse", dijo el responsable episcopal.

En cuanto a la asignación tributaria, Fernández de la Vega recordó que en el proyecto presupuestario rechazado por el Parlamento se fijaba "un aumento para la Iglesia del 3,5%, mientras que había restricción en las transferencias a los partidos", y concluyó: "La solución sería la autofinanciación de la Iglesia, y estamos en, el camino".

Ambas partes se congratularon por la buena sintonía en temas como la prestación social sustitutoria (1.038 plazas en instituciones de la Iglesia) programas de mecenazgo para catedrales, asistencia religiosa en hospitales y prisiones y la "superación definitiva" del problema del impuesto de bienes inmuebles.

Sobre el aborto, tras coincidir en que no forma parte de la agenda de ninguna comisión mixta, repitieron sus ya conocidas discrepancias.

Archivado En