PSOE y PP pactan el traspaso de poderes en la dirección de la federación de municipios

Seis meses después del revolcón del mapa municipal, ayer comenzó en Madrid la asamblea del traspaso de poder en la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). De los más de ocho mil alcaldes, unos mil acudieron a la asamblea de la federación, donde se produjo un civilizado cambio. El socialista Francisco Vázquez, alcalde de La Coruña y presidente saliente, pidió a los alcaldes del PSOE que apoyen a su virtual sucesora en la presidencia, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, del PP. Vázquez reclamó un Pacto Local que recoja nuevas competencias y recursos. El ministro para las Admin...

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Seis meses después del revolcón del mapa municipal, ayer comenzó en Madrid la asamblea del traspaso de poder en la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). De los más de ocho mil alcaldes, unos mil acudieron a la asamblea de la federación, donde se produjo un civilizado cambio. El socialista Francisco Vázquez, alcalde de La Coruña y presidente saliente, pidió a los alcaldes del PSOE que apoyen a su virtual sucesora en la presidencia, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, del PP. Vázquez reclamó un Pacto Local que recoja nuevas competencias y recursos. El ministro para las Administraciones Públicas, Joan Lerma, pasó la responsabilidad a los partidos e insinuó el papel relevante del PP en esta etapa.

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La asamblea de la FEMP era una balsa de aceite, sobre todo si se la compara con el espectáculo que ofreció sólo 24 horas antes el Congreso, con un duro enfrentamiento entre el Gobierno y la oposición. El secretario de política institucional del PSOE, Txiki Benegas, y el vicesecretario general del PP, Mariano Rajoy, conversaban animadamente en los pasillos momentos antes de comenzar la sesión. Otro tanto hacían Francisco Vázquez y Rita Barberá.Detrás del clima de consenso había una larga y discreta negociación, iniciada tras las elecciones de mayo, en la que han participado todos estos actores, mientras el Gobierno y el PP se destrozaban políticamente en otros escenarios. Fruto de esa negociación ha sido un pacto en el que se ha salvado el espíritu de consenso en la principal institución municipal.

Distribución de cargos

El acuerdo entre el PSOE y el PP parte del reconocimiento de la FEMP como principal interlocutor municipal frente a pasados intentos de constituir asociaciones autónomas de los principales municipios, como el llamado G7, que protagonizaron el alcalde Madrid, José María Álvarez del Manzano, y el de Barcelona, Pascual Maragall. El pacto alcanza a la nueva dirección de la FEMP, que compondrán 12 alcaldes del PP, 10 del PSOE y uno para cada una de las siguientes formaciones: Izquierda Unida, Coalición Canaria y Partido Aragonés.Rita Barberá será la nueva presidenta y Francisco Vázquez ocupará una vicepresidencia. La otra será para Francisco Tomey, del PP. El acuerdo alcanzó al contenido de la asamblea, iniciada ayer: el Pacto Local. Ambos partidos coincidieron en que se ha dado un importante paso en la financiación municipal con el acuerdo alcanzado el pasado agosto entre el Gobierno y la FEMP para incorporarla a los Presupuestos.

Sin embargo, la FEMP no ha avanzado en la reivindicación política de la asamblea anterior, celebrada hace dos años en La Coruña: la implicación de los partidos y el Gobierno para conseguir descentralizar competencias hacia los municipios. Ni las comunidades autónomas han dado un solo paso en esta dirección, ni el propio Gobierno, Comprometido durante esta legislatura con Convergència i Unió (CiU), reacia a dar mayores poderes a los ayuntamientos, ha actuado con decisión estos dos años.

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Ayer correspondió al presidente saliente, el socialista Francisco Vázquez, el protagonismo de la reivindicación del Pacto Local en su balance de gestión ante la asamblea de alcaldes. Vázquez se dirigió al Gobierno y a las comunidades autónomas para reclamar "sin más dilaciones" el pacto, traducido en mayores competencias y recursos para los ayuntamientos.

Vázquez alegó que los ayuntamientos se ven obligados a ejercer competencias de las comunidades autónomas por atención a los vecinos, con el consiguiente endeudamiento, y sin el posterior reconocimiento de la titularidad ni el traspaso correspondiente de recursos desde el Estado y las autonomías. "España se paralizaría si los municipios se atuvieran a la legalidad", manifestó.

El ministro para las Administraciones Públicas, Joan Lerma, traspasó la responsabilidad del Pacto Local del Gobierno a un acuerdo entre los partidos políticos para que fuercen a las comunidades a que cedan competencias a los municipios. Lerma llamó la atención sobre la importante responsabilidad adquirida por el PP, que desde el pasado mes de mayo gobierna en 10 de las 17 comunidades. El ministro precisó que las competencias que las comunidades deben traspasar a los ayuntamientos son empleo, educación y servicios sociales. Los alcaldes añaden a esta lista la competencia en materia de urbanismo.

La intervención del ministro dió lugar a una réplica en los pasillos del vicesecretario general del PP, Mariano Rajoy, que acusó a Lerma de no haber convocado a los partidos desde su nombramiento el pasado mes de junio. Y contrastó su actitud con la de sus antecesores, Juan Manuel Eguiagaray, con el que el PP firmó el pacto autonómico de 1992, y Saavedra, con quien cerró los estatutos de Ceuta y Melilla.

Fue la única nota crítica del PP. La acumulación del poder municipal y autonómico y su proximidad a acceder del Gobierno han moderado sensiblemente las posiciones de los populares. La concejal madrileña Mercedes de la Merced, que hace dos años protagonizó un duro enfrentamiento con el ministro Saavedra, puso el acento en la ausencia en la FEMP de "ideología política".

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