Medio Ambiente exige aclaraciones para autorizar la incineradora

La Agencia de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid primera autoridad medioambiental de la región, no consideró suficiente el proyecto del Ayuntamiento de Madrid sobre control de emisión de gases en la incineradora de Valdemingómez y reclamó aclaraciones el pasado 23 de agosto. La aprobación de este proyecto por parte de la Agencia de Medio Ambiente es el último trámite necesario para que la planta de incineración de residuos sólidos urbanos pueda quemar basura.El Ayuntamiento le había presentado en febrero de este ano su memoria sobre el sistema de control de emisión de gases y recibió...

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La Agencia de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid primera autoridad medioambiental de la región, no consideró suficiente el proyecto del Ayuntamiento de Madrid sobre control de emisión de gases en la incineradora de Valdemingómez y reclamó aclaraciones el pasado 23 de agosto. La aprobación de este proyecto por parte de la Agencia de Medio Ambiente es el último trámite necesario para que la planta de incineración de residuos sólidos urbanos pueda quemar basura.El Ayuntamiento le había presentado en febrero de este ano su memoria sobre el sistema de control de emisión de gases y recibió, el 23 de agosto pasado, una réplica de la Agencia llena de dudas. La Comunidad, de Madrid exigía aclaraciones sobre el funcionamiento de la planta.

"Les pedimos que explicasen cómo y dónde se van a efectuar las mediciones para que se pueda garantizar un adecuado control de la emisión de gases" explica Antonio Sanjuán, director del área de Medio Ambiente Urbano de la Comunidad de Madrid. "Cuando comprobemos que sé va a hacer correctamente, otorgaremos la autorización provisional".

Las autoridades regionales pretendían determinar si la incineradora de residuos urbanos de Valdemingómez -que convertirá en ceniza 600 toneladas de basura al día- cumple con todas las normas de seguridad para hacer la combustión.

El Ayuntamiento de Madrid no perdió la calma y contestó el pasado 23 de septiembre. "Les hemos facilitado información adicional y todas las aclaraciones que nos pedían. Garantizamos plenamente el adecuado control de las emisiones de gases que se produzcan", explica Adriano García Loygorri, concejal de Medio Ambiente.

El horno de quemado de la incineradora de Valdemingómez sólo recibirá basura cuando su temperatura supere los 850 grados, afirma el edil. "Es la única manera de acabar con las dioxinas. Si la combustión es muy completa, y a esa temperatura lo es, se destruyen", explica.

Las dioxinas son unos compuestos altamente tóxicos que contienen cloro. Se producen cuando se queman tintas que impregnan envases o cuando el fuego ataca al plástico PVC, con el que se hacen las botellas de agua mineral.

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La Agencia de Medio Ambiente preguntó al Ayuntamiento cómo se podría garantizar el mantenimiento de esos 850 grados de temperatura durante toda la combustión.

Loygorri contesta: "Si se produce algún altercado y. en algún momento baja la temperatura, se encienden automáticamente unos quemadores complementarios".

Los momentos de apagado y encendido del horno también, serán controlados minuciosamente para evitar que los cambios bruscos de temperaturas afecten al proceso de combustión. "Se arrancará la planta con gasoil y hasta que no alcance los 850 grados no se inyectará basura", aclara el concejal del Partido Popular.

El Gobierno municipal espera quemar basura en la incineradora "de un momento a otro". El Ayuntamiento ha proyectado un depósito de seguridad en una finca de 12 hectáreas, también en Valdemingómez, para almacenar estos restos. Hasta que se construya ese cenicero, las escorias y cenizas serán trasladadas al depósito de seguridad para residuos tóxicos de San Fernando de Henares.Los ecologistas alertan sobre el peligro de cenizas y escorias. "Contaminan el suelo", aclara Oliva Núñez, responsa ble de salud y medio ambiente de Greenpeace. "El vertedero de San Fernando de Henares no tiene capacidad suficiente para acoger los desperdicios de Valdemingómez", remacha. Greeripeace critica y rechaza la puesta en marcha de la planta. "Como ya no podemos oponernos a su construcción, ahora nos oponemos a su funciona miento. Sería un error por par te de la Agencia de Medio Ambiente dar un permiso para contaminar", señala Oliva Núñez.

García Loygorri Pretende serenar el debate sobre la puesta en funcionamiento de la planta, a la que se oponen con todas sus fuerzas los grupos de la oposición (IU y PSOE) y las principales asociaciones ecologistas de Madrid. "Estarnos dispuestos a limitar la emisión de dioxinas al máximo. En Alemania o Suecia, el límite es de 0,1 nanogramos de dioxinas por metro cúbico. Si es necesario, estamos dispuestos a cumplir esos límites en Madrid". El concejal de Medio Ambiente aclara que ningún estudio científico ha conseguido demostrar que las dioxinas tienen consecuencias para la salud humana. "Tan sólo existe la evidencia de que resultan cancerígenas en ratas y ratones", explica. "En cualquier caso, se tomarán todas las medidas de seguridad".

La Agencia de Medio Ambiente de Estados Unidos encargó un estudio, terminado y todavía en fase de alegaciones, donde se apuntaban las supuestas propiedades cancerígenas de las dioxinas.

Entre las investigaciones desarrolladas para la elaboración del. trabajo sé encontraban análisis médicos de 25.000 obreros de cuatro empresas diferentes, expuestos a dioxinas y sus derivados. Según ese estudio, en las fábricas se incrementaba la mortalidad por Cáncer.

El Ayuntamiento de Madrid ha garantizado a la Agencia de Medio Ambiente que con la tecnología instalada en Valdemingómez se puede llevar a cabo una correcta medición, respetando la periodicidad de las muestras, y el adecuado control de la emisión de gases. "Con las aclaraciones que hemos hecho, no espero encontrar reparos de la Agencia de Medio Ambiente", concluye García Loygorri.

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