Mitos rotos

El informe del BB hace añicos algunos estereotipos del reparto de la renta

El voto cautivo del PSOE no es tan cautivo, los andaluces pagan más impuestos que los mallorquines, los catalanes no son tan ricos como piensa casi toda España. Son algunos de los mitos que el Informe Económico del BBV de 1994 hace añicos en el capítulo dedicado a la evolución de la renta nacional. Pero no todo son estereotipos rotos. El informe consolida la creencia de que la economía sumergida impone su ley en las Baleares o que Madrid es, como_ninguna otra capital española, una ciudad de funcionarios. La estadística del BBV también revela que Madrid, además de ser una ciudad asalariada, es ...

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El voto cautivo del PSOE no es tan cautivo, los andaluces pagan más impuestos que los mallorquines, los catalanes no son tan ricos como piensa casi toda España. Son algunos de los mitos que el Informe Económico del BBV de 1994 hace añicos en el capítulo dedicado a la evolución de la renta nacional. Pero no todo son estereotipos rotos. El informe consolida la creencia de que la economía sumergida impone su ley en las Baleares o que Madrid es, como_ninguna otra capital española, una ciudad de funcionarios. La estadística del BBV también revela que Madrid, además de ser una ciudad asalariada, es también una comunidad autónoma que mas riqueza genera para el resto de autonomías, que algunas regiones prósperas pagan menos impuestos por persona que algunas autonomías más atrasadas, que Aragón quizá sea pobre pero los aragoneses son ricos, o que Navarra saca más provecho que el País Vasco del trato de privilegio que les otorga el sistema foral.

Ricos solidarios. Madrid y Cataluña son las autonomías que más contribuyen a igualar los niveles de renta por habitante del conjunto de España. Madrid tenía en 1994 una renta regional bruta por habítante de 142 -siendo 100 la media española-, pero la riqueza real de los madrileños -restando a la renta regional las transferencias a otras comunidades y la carestía de la vida- era tan sólo de 110. Cataluña cae de 122 a 109.

Ricos insolidarios. No todos los ricos son tan solidarios. Baleares, la región mas rica de España en términos de ingresos por habitante, consigue el milagro de que su renta familiar disponible por habitante según poder de compra (la riqueza real) sea superior incluso a la renta regional bruta por habitante.

Nuevos ricos. Navarra y Aragón ganan posiciones en el club de los ricos, desplazando a Cataluña y Madrid. El ranking de renta familiar por habitante según poder de compra estaba encabezado en 1991 por Baleares, La Rioja, Cataluña, Madrid, Navarra y Aragón. En, 1994 el orden es Baleares La Rioja, Navarra, Aragón, Madrid y Cataluña. Cataluña, seguramente para sorpresa de quienes piensan que ha logrado el botín del siglo con su apoyo al Gobierno del PSOE, cae del tercer lugar al sexto. Una caída que no demuestra tanto un empobrecimiento de la región como el buen funcionamiento de los mecanismos de solidaridad interregional del sistema fiscal español.

Archipiélago sumergido. Las islas Baleares parecen un archipiélago de economía sumergida. Esa es al menos la tendencia que marcan los indicadores de renta nacional del BBV. Pese a ser la autonomía con mayor nivel de renta por habitante se mire por donde se mire, esa renta apenas se destina al pago de impuestos directos. Sólo el 7,32% de la renta balear se destina al pago de impuestos, un índice muy lejano del 12,8% de Madrid o el 10,25% de Cataluña, y está incluso por debajo del 7,37% de Andalucía o el 7,33% de Canarias.

Asalariados cumplidores. El nivel de cumplimiento fiscal en el pago de impuestos directos está muy relacionado con el porcentaje de trabajadores asalariados. Madrid es la autonomía que más dinero destina a impuestos directos, (12,82%) y es también, con mucho, la que origina mayor nivel de renta a través de sueldos y salarios (58,3%) al margen de Ceuta y Melilla (62,15%). Las regiones con poca renta asalariada tienen una presión fiscal directa menor. Es el caso de Galicia, que tiene menos asalariados (46,0% de salarios y 6,9% de presión fiscal), de La Rioja (46,2% de rentas salariales y sólo 8,3% de presión fiscal pese a ser la segunda comunidad en riqueza por habitante).

Voto poco cautivo. Otro mito que se hace añicos es el del voto cautivo del PSOE. El nivel de renta procedente de transferencias se reparte por las comunidades sin tener en cuenta su color político. Galicia y Castilla y León, tradicionales feudos del Partido Popular desde hace muchos años, son dos de las comunidades que más mejoran su renta por habitante gracias al sistema fiscal redistributivo (14,4 y 12,3 puntos, respectivamente), por encima de las tasas de Andalucía (11,3), aunque lejos de dos feudos socialistas: Extremadura (18,1% de mejora) y Ca.stílla-La Mancha (15,2%).

El fuero navarro. Navarra es una de las grandes beneficiadas del sistema. Pese a su riqueza, sólo aporta el 3,1 % de su renta bruta al conjunto de la economía y sólo el 7,7% a impuestos directos, muy lejos del 9,6% de la otra comunidad foral, el País Vasco. Es la tercera comunidad que más porcentaje de renta destina a ahorro bruto, después de Baleares y La Rioja, y está en la zona baja en gasto de cotizaciones sociales (el 14,46%, por debajo de Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Madrid, Murcia y el País Vasco).

Algo más lejos de Europa

El Informe Económico del BBV pone de manifiesto una cierta pérdida de competitividad de la economía española en los últimos años respecto a sus socios europeos. "La convergencia con la Unión Europea en términos de PIB por habitante se situó a final de 1994 en el 77,1% de la media europea, algo por debajo del 77,6% que se había registrado en 1991. El informe recoge la evolución de este, índice a largo plazo. Parte del 59%.en el año 1960, en los inicios del desarrollismo, hasta alcanzar una cresta del 79,4% en 1975, cuando empezó a notarse en España la, crisis del petróleo. Aquella crisis y los ajustes posteriores redujeron el índice hasta el 70,5%, el último suelo histórico, para alcanzar durante la recuperación económica y la integración en la CEE el citado 77,6% de 1991.

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