Pujol rectifica y ahora sólo aconseja disolver las Cortes en diciembre

"Se me escapó". De esta forma reconoció ayer Jordi Pujol que no debió haber conminado el pasado sábado a Felipe González a disolver las Cortes el 31 de diciembre. "Es verdad lo que han dicho algunos de que yo no soy nadie para decir una cosa así", agregó, durante un coloquio en un hotel de Barcelona. Esta rectificación de las formas empleadas no significa, sin embargo, que el presidente de la Generalitat no piense que es eso exactamente lo que debería hacer el presidente del Gobierno, como explicó claramente a continuación.

"Si yo fuera él, el día 31 comparecería en televisión y diría q...

"Se me escapó". De esta forma reconoció ayer Jordi Pujol que no debió haber conminado el pasado sábado a Felipe González a disolver las Cortes el 31 de diciembre. "Es verdad lo que han dicho algunos de que yo no soy nadie para decir una cosa así", agregó, durante un coloquio en un hotel de Barcelona. Esta rectificación de las formas empleadas no significa, sin embargo, que el presidente de la Generalitat no piense que es eso exactamente lo que debería hacer el presidente del Gobierno, como explicó claramente a continuación.

"Si yo fuera él, el día 31 comparecería en televisión y diría que en dos años y medio hemos hecho todo esto: el PIB estaba así y ahora está asá, el paro ha pasado de tanto a cuanto, los tipos de interés, lo mismo, y hemos aprobado tal y cual ley, y además hemos presidido con éxito la Unión Europea. Y ahora, como vemos que hay cierta inquietud en el país y como de cara a 1999 se necesita un Gobierno muy consolidado, elecciones. Y agregaría que esperaba que el país lo tuviera en cuenta y me volviera a votar", dijo Pujol.El presidente catalán reiteró las palabras de Josep López de Lerma en el Congreso: "Que él [González] diga lo que quiera, pero esto no puede seguir así". Pujol se dio por satisfecho por lo conseguido en dos años: haber introducido unos cambios en la orientación económica española -que calificó de "históricos" y que espera que sean "irreversibles"- en favor de la economía productiva, y haber garantizado una presidencia europea eficaz. El líder de CiU reiteró que, por europeísmo, hará los esfuerzos necesarios para sostener al Gobierno durante este semestre.

"Hemos logrado lo mínimo que queríamos. Se podría hacer más, pero lo vemos difícil", señaló, tras reconocer que la pregunta que más se le formula es cómo aguanta tanto. "Llega un punto, cuando se ha conseguido lo principal de una primera etapa, que debemos plantear al Gobierno: ¿Hay garantías de que no se repetirá lo del Cesid? ¿Puede renovar su mensaje? Quizá es hora de clarificar la situación y convocar elecciones", señaló. "Por eso pedimos a González que disuelva".

Negociar el presupuesto

El líder nacionalista reiteró sus diferencias con el Gobierno por el objetivo de reducir el déficit al 3% del PIB en dos años en lugar de tres, pero aclaró que CiU no se cierra a la negociación del presupuesto de 1996, porque lo importante es cómo se quiere reducir el déficit. Precisó no obstante que los nacionalistas no van a dar "un cheque en blanco" al Gobierno, porque quieren salvaguardar las :prestaciones sociales y las ayudas a la economía productiva de presupuestos anteriores.Pujol insistió en que hay países, como Francia, que no podrán cumplir con Maastricht en dos años: "El examen de junio no lo aprobará casi nadie. Es el de septiembre el que debemos superar".

En otra conferencia pronunciada en el Círculo de Economía, Pujol anunció que abordaría la cuestión presupuestaria con Alfredo Pastor, secretario de Estado de Economía, con quien coincidiría en una cena.Pujol se mostró muy dolido y, sobre todo, muy preocupado por los ataques contra Cataluña recibidos de parte de la, sociedad española: "Que si fenicios, que si chantajistas y otras cosas peores". "Hay un periodista que siempre se refiere 'al taimado Pujol'. ¿Taimado? Pero si soy un desgraciado, porque todo lo que hacemos es a cambio de nada, por sentido de la responsabilidad", dijo en otro momento. Acababa de explicar que en 1977 ofreció los 11 votos nacionalistas de entonces para apoyar la política económica de Enrique Fuentes Quintana y que el 22 de febrero de 1981, nada más salir del Congreso tomado por Tejero, Roca y él decidieron votar la investidura de Calvo Sotelo a cambio de nada.

El comité de enlace de CiU se reunió ayer para preparar la reunión del día 17, cuando formalizará la ruptura controlada,