Cartas al director

La gestión de la EMV

Soy propietario de una vivienda de precio tasado, adquirida a la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV), concretamente de la comunidad de vecinos de la promoción Alar del Rey I, en el barrio de Barajas, Madrid.No voy a hacer historia, aunque me tiente. No quiero recordar el famoso primer sorteo, ni la primera concesión, ni la siguiente denegación; tampoco quiero recordar el tufo político de todo aquello, ni la lucha para conseguir mi actual vivienda. No quisiera extenderme mucho; por eso, voy a enumerar simplemente algunos de los problemas vitales que acucian a nuestra comunidad:

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Soy propietario de una vivienda de precio tasado, adquirida a la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV), concretamente de la comunidad de vecinos de la promoción Alar del Rey I, en el barrio de Barajas, Madrid.No voy a hacer historia, aunque me tiente. No quiero recordar el famoso primer sorteo, ni la primera concesión, ni la siguiente denegación; tampoco quiero recordar el tufo político de todo aquello, ni la lucha para conseguir mi actual vivienda. No quisiera extenderme mucho; por eso, voy a enumerar simplemente algunos de los problemas vitales que acucian a nuestra comunidad:

Han aparecido grietas en las cubiertas en las que se puede meter una mano, y amenazan con venirse abajo los petos de la fachada.

La instalación contra incendios -impecable en el garaje- adolece de un pequeño problema: no existe presión en las mangueras.

No hay agua en los garajes ni en los portales, ni existe acometida de riego.

La instalación eléctrica de lbs ascensores monta diferenciales inadecuados, lo cual provoca constantes apagones y, en consecuencia, los vecinos se quedan atrapados.

Las salidas de emergencia del garaje conducen a un ascensor, y no existe escalera desde el interior para acceder al mismo.

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Las puertas de acceso a portales se encuentran desencajadas y, por tanto, los amigos de lo ajeno han entrado tres veces (en año y medio), causando importantes destrozos en nuestros vehículos.

La pintura exterior de las zonas comunes se ha caído.

Todo esto, sólo por enumerar algunos de los asuntos sin resolver y que pueden causar graves perjuicios tanto a los integrantes de la comunidad como a cualquiera que se acerque a nuestras viviendas. El día que ocurra alguna desgracia, ¿a quién se le van a pedir responsabilidades?

Ante nuestros insistentes requerimientos a EMV, se personaron en nuestra finca el responsable de obras de la EMV (como empresa promotora), el constructor (representante de Ferrovial), el arquitecto (redactor del proyecto) y, luego de examinar el proyecto, los consideraron como' cosa "normal" en una vivienda nueva y de estas características (?)

Podría continuar enumerando problemas, tal vez de menor

importancia sólo porque implican un riesgo menor, como son los desperfectos en la pintura, parqué en malas. condiciones, inundaciones debidas a una mala instalación, fisuras en las paredes, goteo constante de los radiadores, etcétera.

No olvidemos tampoco el Juicio al que debimos acudir por impago de las cuotas de la comunidad por parte de la Empresa Municipal de la Vivienda (posee todavía ocho viviendas, la mitad de las Plazas de garaje y los locales comerciales), el cual ganamos.

Por último, sólo quiero alertar a los futuros compradores de viviendas, garajes o locales comerciales gestionados por la Empresa Municipal de la Vivienda del riesgo que corren (incluso de su propia vida) si adquieren un inmueble a través de estos magníficos gestores-

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