Tribuna:

Resistencia relativa

Las finanzas europeas desconfían de los resultados de la reunión del G-7, con lo que todos los mercados se orientaron a la baja. El contraste con el avance que mostró Wall Street -el Dow Jones-subió 14,52 puntos y y se situó en un nuevo máximo histórico, 4.510,79- indicaba que todo se reduce a un problema comercial de Estados Unidos y, consecuentemente, del dólar. La Bolsa española no opuso resistencia a los recortes ante la apatía de los inversores, que continúan sin ver claro el futuro inmediato. El volumen negociado se quedó en 23.200 millones de pesetas, cifra preocupante al darse en el dí...

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Las finanzas europeas desconfían de los resultados de la reunión del G-7, con lo que todos los mercados se orientaron a la baja. El contraste con el avance que mostró Wall Street -el Dow Jones-subió 14,52 puntos y y se situó en un nuevo máximo histórico, 4.510,79- indicaba que todo se reduce a un problema comercial de Estados Unidos y, consecuentemente, del dólar. La Bolsa española no opuso resistencia a los recortes ante la apatía de los inversores, que continúan sin ver claro el futuro inmediato. El volumen negociado se quedó en 23.200 millones de pesetas, cifra preocupante al darse en el día de cáculo del precio de vencimiento de los contratos de futuro.El estancamiento del mercado español tiene, sin embargo, su parte positiva, ya que el índice llegó a caer hasta 2,28 puntos a primeras horas de la mañana, lo que suponía perder el soporte del 294%, y al cierre mejoró la media de las bolsas europeas, que cedieron entre el 0,13% y el 0,82%. Por el momento, se ha salvado un nivel crítico, aunque haya sido sin una presencia notable de dinero. El índice general de Madrid pierde un 0,24%, el 0,69% en la semana, mientras que el Ibex 35 bajaba un 0,23%.

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