ESCALADA BÉLICA EN LOS BALCANES

Los rebeldes de Bosnia ponen en libertad a 120 'cascos azules' a petición del presidente de Serbia

Los rebeldes serbios de Bosnia han liberado a 120 cascos azules de los casi 400 que mantenían como rehenes, entre ellos probablemente el capitán español José Antonio Romero, gracias a la intervención del presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, anunció ayer el Gobierno de Belgrado, a través de un comunicado emitido por la cadena de televisión estatal. Milosevic envió un mensaje al presidente francés, Jacques Chirac, informándole del hecho. La televisión mostró imágenes de los liberados mientras subían desde un lugar no precisado a unos autobuses custodiados por soldados serbios.

"La je...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los rebeldes serbios de Bosnia han liberado a 120 cascos azules de los casi 400 que mantenían como rehenes, entre ellos probablemente el capitán español José Antonio Romero, gracias a la intervención del presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, anunció ayer el Gobierno de Belgrado, a través de un comunicado emitido por la cadena de televisión estatal. Milosevic envió un mensaje al presidente francés, Jacques Chirac, informándole del hecho. La televisión mostró imágenes de los liberados mientras subían desde un lugar no precisado a unos autobuses custodiados por soldados serbios.

Más información

"La jefatura de la República Serbia [de Bosnia] ha aceptado la pe tición del presidente Slobodan Milosevic para liberar a los miembros capturados de las Naciones Unidas como una señal de disponibilidad para adoptar un paso encaminado a resolver la crisis", afirmó el comunicado oficial leído por la televisión de Belgrado. Anteriormente, la cadena independiente Estudio B había adelantado que el capitán Romero, uno de los dos rehenes españoles junto con el comandante Manuel Cortés, figuraba "entre los siete que primero conocieron la noticia", poco después del mediodía.El comunicado del Gobierno serbio precisó que los rehenes se rán puestos a disposición del jefe del la seguridad del Estado, Jovica Stanisic, en el puesto fronterizo de Zvornik, sobre uno de los puentes del Drina, que une Serbia a la zona controlada en Bosnia por los rebeldes serbobosnios.

Estados Unidos y Francia mostraron satisfacción por la noticia, pero exigieron la puesta en libertad de todos los soldados que se hallan aún como rehenes en manos de los serbios de Bosnia.

La familia del capitán Romero aguardaba anoche noticias por parte de las autoridades españolas. El Gobierno no había confirmado al cierre de esta edición si Romero estaba entre los liberados. Un portavoz del destacamento militar español en Medjugore dijo a este diario "que hay motivos para creer que el capitán Romero se encuentra entre los liberados, pero estamos intentando confirmarlo", agregó.

Por su parte, el Ministerio de Exteriores francés informó que entre los cascos azules liberados se encontraba un capitán español. Asimismo, entre éstos se encuentran varios soldados británicos.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El líder de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, declaró anoche que espera ahora un "gesto de buena voluntad" por parte de la comunidad internacional. Karadzic dijo que los liberados representan un tercio del contingente de cascos azules que aún están en su poder. Subrayó que los serbobosnios no quieren hacer la guerra a la comunidad internacional. Sin embargo, poco después de esas declaraciones un portavoz de la ONU anunció que los rebeldes habían capturado a 45 soldados canadienses.

Belgrado había pedido ayer a sus antiguos protegidos antes de conocerse la noticia de la puesta en libertad de los 120 cascos azules que liberen inmediatamente a todos los retenidos, así como un alto el fuego en Bosnia de un mes para que las partes beligerantes vuelvan a discutir el plan de paz que los rebeldes serbios rechazaron el año pasado.

Las milicias de Karadzic dejaron libre ayer a un civil sueco de la ONU que trabaja en misiones humanitarias en la ciudad norteña de Banja Luka, pero detuvieron a otros tres cascos azules ucranios en el enclave de Gorazde, además de a 16 franceses que custodiaban el almacén de armamento de Bare, al norte de la capital bosnia.

Los serbios mataron a tres personas e hirieron a otras diez ayer en Sarajevo, según la radio oficial bosnia, en un ataque con morteros contra el suburbio de Butmir, junto al aeropuerto.

En Belgrado, el enviado especial de Estados Unidos permanecía ayer por tercer día consecutivo negociando con el presidente Milosevic, el reconocimiento de las fronteras internacionales de Bosnia. Vladislav Jovanovic, ministro serbio de Exteriores, ha declarado al semanario alemán Der Spiegel que un ataque masivo intemacional contra los serbios que ocupan el 70% de Bosnia forzaría a Belgrado a intervenir en su ayuda, "porque cualquier Gobierno [en Belgrado] que no lo hiciera caería". Jovanovic califica de "locura" la actitud del antiguo protegido Karadzic tomando como escudos humanos a centenares de soldados de Naciones Unidas y asegura que los serbios de Bosnia no están en condiciones militares ni políticas de mantener el control del territorio que ocupan por las armas.

Archivado En