Alarma en amplias zonas de Cataluña por un seísmo de magnitud media

Un temblor de escasos segundos de duración y que pudo percibirse en muchas poblaciones de Cataluña -incluso en el interior- colapsó ayer los teléfonos de urgencias de todos los organismos oficiales. A las 17.37.41, los sismógrafos del Instituto Geográfico Nacional y del Servicio Geológico de Cataluña registraban un terremoto de 4,5 grados en la escala de Richter, que no causó ningún tipo de desgracia personal, pero alarmó a miles de personas que contemplaron atónitas cómo se movían muebles y muchos enseres de casas, pisos y oficinas.

Cuatro minutos después se produjo otro terremoto de m...

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Un temblor de escasos segundos de duración y que pudo percibirse en muchas poblaciones de Cataluña -incluso en el interior- colapsó ayer los teléfonos de urgencias de todos los organismos oficiales. A las 17.37.41, los sismógrafos del Instituto Geográfico Nacional y del Servicio Geológico de Cataluña registraban un terremoto de 4,5 grados en la escala de Richter, que no causó ningún tipo de desgracia personal, pero alarmó a miles de personas que contemplaron atónitas cómo se movían muebles y muchos enseres de casas, pisos y oficinas.

Cuatro minutos después se produjo otro terremoto de menor intensidad (3,5 grados). El epicentro de ambos movimientos sísmicos se situó en el mar, a unos 50 kilómetros al sureste de Tarragona. Sus efectos pudieron comprobarlos los habitantes de las zonas costeras catalanas y también algunas poblaciones del interior. Miles de ciudadanos se apresuraron a llamar a los centros oficiales. Según fuentes del Instituto Geográfico Nacional, ambos terremotos, al ser considerados de magnitud media, "no podían causar daños". "El peligro serio, con derrumbamientos de edificios, se produce a partir de los seis grados", añadieron las mismas fuentes.

En septiembre de1994 ya se produjeron tres terremotos en el espacio de nueve días frente a las costas catalanas que alarmaron a los habitantes del Maresme y de la ciudad de Barcelona. En uno de ellos se alcanzó la magnitud de 4,5 grados según la escala de Richter, mientras que los., otros dos fueron de 3,6 y 4. El último registrado por los sismógrafos se produjo el pasado 8 de febrero -su intensidad fue de 3,3 grados- y sólo despertó a los vecinos de Sant Carles de la Rápita (Tarragona). Trece días después también se registró un leve temblor de tierra que sobresaltó a varias poblaciones de La Garrotxa y La Selva.

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