Cartas al director

Aniversario del PCE

Con el pretexto del 750 aniversario de la fundación del PCE, Hermann Tertsch escribe sobre el comunismo y los comunistas, ideología y sujetos que no le somos simpáticos. Y está en su derecho. Sin embargo, no es aceptable confundir lo que él llama "lógica, deducción" con futurible. El PCE sólo tuvo ocasión, dice el autor, de escalar puestos en el hit parade del crimen durante la guerra, de haberse impuesto en ella... Pues no, señor Tertsch: deducir así no es, como usted mismo apunta, anatema. Simplemente, no es serio. Como tampoco es seno concluir que el Gulag impide a Izquierda Unida "escandal...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Con el pretexto del 750 aniversario de la fundación del PCE, Hermann Tertsch escribe sobre el comunismo y los comunistas, ideología y sujetos que no le somos simpáticos. Y está en su derecho. Sin embargo, no es aceptable confundir lo que él llama "lógica, deducción" con futurible. El PCE sólo tuvo ocasión, dice el autor, de escalar puestos en el hit parade del crimen durante la guerra, de haberse impuesto en ella... Pues no, señor Tertsch: deducir así no es, como usted mismo apunta, anatema. Simplemente, no es serio. Como tampoco es seno concluir que el Gulag impide a Izquierda Unida "escandalizarse por los dos" (?) "asesinatos de los GAL". Somos muchos los comunistas que reconocemos los crímenes cometidos en nombre del comunismo, pero no -son nuestros crímenes. 0 lo son en la medida en que, como humanos, debemos asumir todas las atrocidades que el hombre ha perpetrado desde Caín.En el PCE han militado y militan personas limpias ' honradas y generosas, afortunadamente no vacunadas contra la reincidencia. Porque reincidir para nosotros no es, como usted escribe, hacer millones de, víctimas con experimentos sociales, y si profundizar la democracia manteniendo una opción política que representa a una parte de la sociedad. Reincidir puede ser también, y ojalá no haya ocasión de demostrarlo, luchar -a veces tan desoladoramente solo- contra el fascismo. Que, por cierto, no es una palabra del pasado. Desgraciadamente-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En