FÍSICA ALTAS ENERGÍAS

EE UU discute cómo acceder al superacelerador de partículas europeo

Tres laboratorios nacionales de EE UU (Brookhaven, Fermilab y Lawrence Berkeley) han formado un consorcio para preparar la participación de su país en el superacelerador de partículas LHC que el CERN (Laboratorio Europeo de Física de Partículas, Ginebra) pondrá en marcha a principios del próximo siglo para avanzar en el estudio del microcosmos. La contribución de EE UU podría estar entre 200 y 400 millones de dólares (25.000 y 50.000, millones de pesetas), según Peter Limon, de Fermilab, informa Nature."Esperamos más, 200 millones de dólares sería poco", ha declarado a EL PAÍS Loren...

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Tres laboratorios nacionales de EE UU (Brookhaven, Fermilab y Lawrence Berkeley) han formado un consorcio para preparar la participación de su país en el superacelerador de partículas LHC que el CERN (Laboratorio Europeo de Física de Partículas, Ginebra) pondrá en marcha a principios del próximo siglo para avanzar en el estudio del microcosmos. La contribución de EE UU podría estar entre 200 y 400 millones de dólares (25.000 y 50.000, millones de pesetas), según Peter Limon, de Fermilab, informa Nature."Esperamos más, 200 millones de dólares sería poco", ha declarado a EL PAÍS Lorenzo Foá, director científico del CERN. La situación es difícil, la negociación no ha comenzado formalmente puesto que el Congreso de EE UU no ha aprobado un acuerdo oficial, y será dura para concretar un desembolso en efectivo y/o en equipos, al tiempo que Europa defiende los intereses de su industria. La participación podría suponer el. suministro de todos los . imanes cuadrupolares necesarios para enfocar los haces de partículas en el LHC, ha comentado Limon.

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A finales de 1994, los 19 países del CERN, incluida España, decidieron construir el LHC. Pero el dinero aprobado no llega para que esta máquina de experimentación científica sea, desde el principio, tan energética como se ha planeado. Si a los 2.300 millones de francos suizos, (250.000 millones de pesetas) presupuestados por el CERN para el LHC se añaden contribuciones exteriores (sobre todó de EE UU y Japón), el superacelerador estará funcionando a plena capacidad en el 2004; si no, los europeos tendrán que esperar cuatro años más para alcanzar su máxima energía. Con el LHC, los físicos quieren profundizar en el conocimiento de las interacciones entre las partículas elementales. de la materia, e investigar cómo pudo ser el universo primitivo.

El proyecto interesa a los físicos de EE UU, sobre todo después de suspenderse la construcción del 9SC, un superacelerador similar al europeo, aunque de mayor tamaño. Pero ellos saben que sería más fácil convencer al Congreso de que apruebase una aportación en especie que en metálico para el LHC. Con el suministro de los imanes, dice Limori, ningún billete de dólar iría al CERN. El dinero se quedaría aquí y los bienes irían allí".

"Hay muchas cosas necesarias para el LHC que Europa no produce y que tienen que venir de EE UU, como el material para los cables superconductores de los, imanes, o computadoras que solemos comprar allí", dice Foá. Él explica que los cuadrupolos no podrían ser los fabricados para el SSC, puesto que los del LHC son diferentes: "Ellos pueden aportar su experiencia".

Lo que está claro, al menos por parte europea, es que la participación estadounidense debe ser tanto en la construcción del LHC como en los dos detectores (Atlas y CMS) donde se tomarán los datos científicos y para los que los físicos de EE UU han pedido ya financiación en su país. El LHC, de 27 kilómetros de circunferencia, se instalará en el túnel del CERN donde ahora funciona el LEP. Mientras tanto, Japón está sopesando una aportación de unos 100 millones de dólares para el LHC más unos 50 millones para los detectores.

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